VIVAN LOS
COMUNEROS DE CASTILLA
Llegada la
democracia, Castilla y León decidió que el 23 de Abril, festividad de los
Comuneros fuera el día de la Comunidad.
Tal decisión fue
cuestionada: por unos que decían que celebrar una derrota no tenía sentido, por
otros que afirmaban que los Comuneros eran más bien burgueses y nobles
despechados, y también fue criticada dicha
fiesta por los contrarios pues ¿acaso el término “comunero” no se parece
demasiado a “comunista”?
En esto llegamos al
año 2025, y es esta tercera corriente, capitaneada por nuestras derechas de
postín, la que se está imponiendo a la vista del boicot institucional contra
esta fiesta.
Pero no vamos a
entrar en ese rifirrafe. Lo que vamos a hacer es usar a los comuneros como
punto de apoyo para explicar qué está pasando en la actualidad en este mundo al
borde de un “trumpazo” (o sea de otra
guerra capitalista).
El fenómeno de los
comuneros se da entre 1520 y 1522. Antes, como siempre, están los Poderosos
mandando y el pueblo obedeciendo. Siendo la tarea de los primeros tener más riquezas,
y la de los segundos hacer girar la noria de la economía cual burros.
Esta contradicción
de intereses (si unos ganan más los otros ganan menos) ese tira y afloja, es lo
que históricamente ha hecho que cada x-tiempo: o bien el pueblo se subleve en
revueltas y revoluciones contra los “amos”; o bien que los Poderosos decidan
“conquistar” otras naciones para
saquearlas si les parecía que no se enriquecían lo suficientemente deprisa explotando
a su propio pueblo (al no ser posible sacarle
más de las entrañas).
Estas guerras (“civiles”
las primeras y “entre naciones” las otras) se han dado sin tregua durante la
Historia de la Humanidad.
Siendo a destacar
que las “revoluciones” suelen ser pacificas (simplemente el pueblo muestra su
malestar con manifestaciones o huelgas) y son las “contrarrevoluciones”, que organizan los
Poderosos para defender el tesoro que atesoran, las que desencadenan “las
guerras civiles”. Ejemplo típico es el caso de la 2ª Republica Española, que llegó
democrática y pacíficamente en 1931 y
tras 5 años, de los cuales 2 fueron con un gobierno de derechas, los más
Poderosos decidieron que esto de que hablara el pueblo y pidiera más derechos, les
podría suponer perder privilegios y riquezas, así que zas: golpe de estado y guerra
civil.
Las sublevaciones
internas que ocurrían (y ocurren) en cada país cada cierto tiempo, Carlos Marx
las diagnosticó como síntomas de lo que definió como motor de la historia: la Lucha
de Clases.
Siendo un buen
ejemplo de esa lucha de clases la sublevación de los Comuneros. Sí, porque las masas, siempre pacientes y
dóciles, se encontraron con que de repente vino a gobernarles un rey extranjero
(Carlos I de España y V de Alemania) que encima les subió los impuestos porque
quería abarcar mucho mundo (y claro necesitaba
gastar en ejércitos y armamento).
Lo mismito que nos
pasa ahora con Mr. Trump (o cualquier presidente USA) del que los españoles
decidimos ser súbditos a través de la OTAN (recuérdese que entramos en ella con
un referéndum en el que la derecha y el PSOE de Felipe González, pidieron el sí
para “Trump” 1º de EEUU y 5º del Mundo Libre).
Que no te engañen,
estamos en la OTAN por miedo a que nos haga daño EEUU (no las “repúblicas
socialistas soviéticas”, que por cierto a día de hoy ni tan siquiera existen).
Y ahora Trump, como en su día el Emperador Carlos (un extranjero), va a subir
los impuestos (eso son los aranceles) para poder costear su guerra comercial
(que acabará en guerra a secas) contra China (porque este país fabrica cosas mejores y más baratas).
“Ave OTAN, los que
van a morir te saludan”. Porque no hay mayor honor que costear la guerra de los
ricos para que se enriquezcan más. Como siempre: el pueblo carne de cañón.
Paco
Molina . Zamora. 21 de Abril del 2025
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