LA
CIUDAD .
Para la gente con
dinero no tiene mayor o menor importancia el estado en que se encuentre el
municipio en el que viven.
Ellos, esas gentes,
se elevan la calidad de vida donde les apetezca.
Sin embargo, para
ti, como para la mayoría de las personas, la ciudad es el lugar donde vas a
encontrar (o no) devueltos, parte de los impuestos que has pagado.
La ciudad y sus
servicios tienen para las ciudadanas y ciudadanos una gran importancia a la
hora de recibir un mejor salario indirecto, a la hora de mejorar la calidad de
vida de cada persona.
Si donde tú vives
hay muchos parques, zonas agradables de paseo, poco tráfico, buenos servicios
educativos, sociales y culturales, una circunvalación que desvíe el tránsito de
sustancias peligrosas, los monumentos están cuidados, los barrios tienen de
todo y la vida es tranquila y agradable, tu vida es mejor que si trabajas en
una ciudad sucia, con las arcas municipales arruinadas, caos circulatorio por
no sacar los camiones por el exterior, sin zonas verdes donde disfrutar del
buen tiempo, con deficiencias en todos los servicios, con los núcleos de
viviendas de trabajadores amontonadas y sin infraestructura, como si solo existieran
las cuatro plazas y calles del centro; una ciudad, en fin, sin rumbo y sin
futuro.
En Izquierda Unida
nos parece que ésta donde tú vives, Zamora, va empeorando en vez de mejorar.
En los últimos ocho
años la deuda municipal ha llegado a estar entre cuatro mil y cinco mil
millones de pesetas. Eso significa que entre todos debemos esa cantidad, pero
también significa que los grupos y las personas que el pueblo quiso que
administraran los bienes y el diseño de la ciudad, lo han hecho rematadamente
mal, porque, ¿dónde está enterrado tantísimo dinero?, ¿dónde se ve esa ciudad
agradable, pujante, llena de vida que todos somos capaces de reconocer cuando
visitamos otros lugares?
En ninguna parte.
Ahora, ante las elecciones te van a contar un cuento: te van a hacer creer que
solo puedes elegir entre los de "guatemala" y los de "guatepeor";
creen que tienes complejo de inferioridad y que no te vas a atrever a romper la
baraja "de tener que optar entre algo malo y algo peor".
Se equivocan, tú vas
a apostar ganador, y ahora con la fuerza de tu voto vas a meter en el Ayuntamiento
la esperanza:
La esperanza de una
política municipal que te deje participar, la esperanza de un programa que
evite la tentación de tantos políticos de acabar "chupando del bote",
la esperanza de modificar el rumo hacia la nada al que hasta ahora llevan a
Zamora las archiconocidas tripulaciones de siempre.
Para dar un golpe de
timón definitivo basta, de momento, que cinco mil personas sean decididas y
quieran ser de las primeras que apostaron por algo distinto y con tú ayuda,
mejor.
Francisco
Molina. El Correo de Zamora. 1991
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