URRACAS
DE ZAMORA
Solemos decir en
Izquierda Unida: “Sí, si, mucho decir todo por Zamora, pero nadie le pone a su hija
Urraca”.
Se quiere indicar
con ello, que si bien todos hablan y no paran, de lo mucho que quieren a su
tierra, al tiempo, ninguno se muestra dispuesto a trabajar por ella si no es a
cambio de varios millones.
Y se quiere indicar
también, que como prueba de amor sublime por Zamora sería un detallazo ponerle
a una hija un nombre tan horroroso como Urraca.
Pero, horroroso o no,
lo cierto es que Urraca es un nombre inherente a Zamora, tanto como el del varón
de turno, Viriato.
Y además, Doña
Urraca, como nos lo contaron, fue heroína, porque defendió esa ciudad contra
nada menos que un Rey (que encima era su hermano), por tanto, debemos darle un
valor epopéyico, y de la misma manera que al que lucha por "la bien
cercada" , jugándose los tesoros del escroto se les llama Viriatos, en
consecuencia, a las mujeres que combaten y se juegan el físico (con lo que esos
se supone para ellas) defendiendo lo de aquí, habrá que llamarlas Urracas
Llegados aquí,
debemos convenir, que a la hora de seleccionar a estas, tal vez el filtro más
adecuado sea ese que retiene a la mujer en casa o en su profesión, pero les
impide dar ese paso, que de darlo las convertiría en "mujeres públicas".
Hablamos, claro está,
de "mujer pública" como la homóloga de "hombre público".
Aplicado el filtro
dicho, vemos que tendremos que llamar Urracas, por orden de aparición en
escena, a Laura Rivera como Coordinadora de Izquierda Unida y diez años en las
trincheras callejeras de Zamora; a Carmen Luis como delegada de la Junta y a
Pilar Álvarez como presidenta de la Diputación.
Si alguien dice,
pero tío, cómo vas a comparar a una coordinadora de un pequeño grupo con sendas
jefas con cientos de funcionarios a sus órdenes cada una.
En ese caso tendré
que responder que como mujer pública se la juega mas quien está al frente de un
grupo radical contra el poder (como la Urraca de verdad), aparte de que puede
hacer mas por Zamora, al no depender de éste, del poder, a la hora de plantear propuestas;
mientras que las otras al haber aparecido como hadas de un cuento de hadas,
directamente en el trono de Palacio, pudiera ocurrir que por miedo a enfadar a
su varita mágica no llegaran a ser mágicas.
Pero no debemos de
compararlas, que ya lo hará la Historia.
Se trata de
constatar que a lo mejor se ha entrado en una nueva era.
No en vano se dice
que las mujeres tienen un factor común que puede ser que, como Dios es macho
ellas no están endiosadas y no andan metidas en rivalidades de querer quedar
mejor que los otros de su especie, eso unido a que la que se atreve, es que va
a trabajar como solo ellas trabajan.
En este aspecto hay
que recordar que el señor Seisdedos le dijo a su sustituta: “Para ti tienes,
por aceptar el cargo”, viniendo a indicar, sin darse cuenta, que a él le vino
grande y le resultó agotador.
Algo parecido le
dijo el señor Miguel a la sucesora suya: “Tendrá que poner los cinco sentidos”.
Como se ve la
confesión es la misma, con ventaja para Pérez Viguera en que él no luchó por el
puesto que ocupaba.
Y de Laura Rivera, aparte
de lo que ya dedujeran por sus escritos en LA OPINION-EL CORREO DE ZAMORA,
decir que siempre dice:
“Cuando las cosas
van mal siempre se recurre a las mujeres”, y aceptó el cargo.
Esta vuelta de las
Urracas a Zamora puede anunciar una nueva era, o al menos mas que esa que esperan
otros cuando le piden al señor González Valvé que se convierta en el Carlos Pinilla
del siglo XXI, es decir un cacique-ministro, que barre para casa, olvidando que
lo que a unos se da a otros se quita. Cosa, que dudo que haga porque le recuerdo
como hombre justo.
Francisco
Molina (Zamora). La Opinión de Zamora. Año 1.999
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