LESBOS Y TANATOS
Dijo el filósofo
español Ortega y Gasset que cada hombre es él y sus circunstancias.
Es decir, que el día
que te duelen las muelas, tú que eres tan simpático, sin embargo no estás para
bromas (La circunstancia del dolor de muelas te hace ser de otra manera).
Aceptado el teorema
de que “la persona es ella y sus circunstancias”, nos encontramos con que
Carlos Marx (sementera del comunismo) dijo: “Si, pero la circunstancia que más
influye en cada persona es la económica”.
Por eso, claro, si
usted vive a costa de la política, por poner un ejemplo, siempre encontrará
disculpas, más o menos sublimes, para seguir en la política, mientras ésta le dé
dinero para vivir mejor que fuera de ella.
Y llegados aquí, nos
encontramos con Freud. Éste científico promotor del psicoanálisis, vino a decir: “De
acuerdo que la persona es ella más sus circunstancias, pero la
circunstancia que más influye en la
personalidad de cada cual es la libido (el deseo de placer sexual)”.
Orden cronológico aparte,
lo dicho es correcto y nos permite centrarnos en Freud. Éste señor era médico a
finales del S.XIX y por tanto de familia acomodada (burguesía). Tras sucesivos
estudios se atreve a decir que lo fundamental de nuestras vidas gira en torno
al sexo (Si usted piensa que gira en torno al amor, conforme, pero ¿hay amor
sin sexo?).
Pero, si quien dijo
que la Tierra giraba alrededor del Sol (Galileo) se la cargó; si quien dijo que
todo es relativo y por tanto nada Absoluto (Einstein) se quedó sin el premio Noble
por esa teoría; hay que imaginar las presiones que tuvo que sufrir Freud por su
atentado contra el orden establecido.
Porque Freud vino a
decir que el único Dios es Eros, al cual adoramos con el consciente o con el subconsciente.
Ante teorema tan
rompedor, el mundo científico y social en el que se movía Freud, le presionó
hasta lo indecible para que reculara en sus teorías.
Y Freud dio un paso atrás,
pasando de mantener como eje de la existencia y pulsión única e intima, la
búsqueda del placer sexual (impulso de Eros) a aceptar que si Eros era el Dios
bueno, también había en nuestra vida otro malo (o pulsión de muerte) el Dios
Tanatos.
Esta aportación o
introducción en su teoría, hecha hacia el final de su vida, fue una rendición
pues al fin y a la postre, acepta la teoría conservadora del Bien y el Mal
(Dios y el Diablo; Eros y Tanatos).
Que existen personas
que se portan mal, y que lo que hacen es el mal, es incuestionable; pero ese
mal no es algo que forme parte de la naturaleza y por tanto inevitable.
Y menos es algo que
forme parte del Ser Humano. Los comportamientos negativos de determinados
humanos, son causa de una organización social equivocada, y en este momento
histórico llamada capitalismo; organización que pudo ser otra mejor para el género
humano, y no es causa de una fatalidad externa al comportamiento de las personas,
y menos a un impulso interior inevitable de destrucción.
Que es así lo
podemos ver gráficamente en lo que ahora ocurre en la Isla griega de Lesbos.
El amor entre
mujeres, el lesbianismo, recibe su nombre de la Isla de Lesbos, y en la medida
en que el sexo es vida, Lesbos era símbolo de ella.
Sin embargo, ahora, Lesbos
es una barca de muerte, de destrucción, de sufrimiento, de crueldad, llena de
miles de personas que huyen de las guerras en sus países.
Pero todo este mal,
toda esta tragedia, todo este dolor, no se debe al dios Tanatos (pulsión de muerte
o consecuencia de un mal inevitable) .
No, en absoluto,
todo se debe a una guerra (sucia e inmunda como todas) provocada por los ricos
del Planeta (Marx) que en su enfermiza ansia de dinero y Poder, han perdido la
razón (capitalismo).
FRANCISCO
MOLINA. 29 de Febrero del 2016
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