QUE
VIENEN LOS MAESTROS
La última huelga del
profesorado y los logros obtenidos por ella (nunca absolutos, por ley de vida y
lucha) tuvieron dos triunfadores:
Por un lado el
conjunto de docentes, que haciendo de tripas corazón (y de su cartera una sangría)
dieron la cara para lograr lo suyo, y por otro, a muchísima distancia por detrás,
una central sindical, que trabajando entre los compas se negó a hincar las rodillas
en los acuerdos de mayo.
Después, lo que ha
ocurrido no consistió en un “reposo de la victoria” (cuestión, necesaria para
afrontar nuevos problemas), sino que la central corporativista por excelencia,
ante su mal hacer (en ese mismo año firm6 el célebre 4 por ciento para
funcionarios) ha tratado de aplicar la máxima de “a río revuelto ganancia de
pescadores” y no han cejado en el empeño de revolver el río.
Parte de su tarea ha
dado frutos, aunque eso sí, solo en Enseñanzas Medias (EE.MM.) y dentro de
estos, particularmente, en bachillerato de manera muy minoritaria.
Para evitar que esa
bola crezca sin base razonada se escribe lo que sigue:
En EE.MM. los
simpatizantes de la central de marras han creado un absurdo clima cuasi-histérico
al grito de ¡que vienen los maestros!.
Lo chocante es que
esa central es mayoritaria en educación gracias precisamente a los maestros.
La voz de alarma la
dan con estos argumentos:
— Al final, después de la huelga, los que hemos
perdido somos los de medias y mas los de bachillerato.
Los maestros han
obtenido mayor nivel del que pedían al empezar el conflicto. En pocos años,
como son muchos, se nos han acercado peligrosamente (en el sueldo) cuando sus
estudios cran mas cortos, etc.
Encima la universidad
cada vez esta mas lejos para promocionar. A ellos se les facilita ser de enseñanzas
medias y a nosotros se nos dificulta ser de universidades.
— La reforma que
viene, al dar la Secundaria Obligatoria (ESO) posibilidades a los maestros de
seguir en ella, nos va a mezclar en seminarios, claustros y áreas. Esto es la
degradación de las medias
— CC.OO. que esta
por el cuerpo único, como el Gobierno, nos está llevando a una egeibización matándonos
la ilusión por la enseñanza.
Ante este redoble de
sinrazones conviene que se sepa:
No está muy
documentado quien diga que los maestros nos comen terreno, cuando entre ellos y un profesor de medias la
diferencia anual (a finales del 90) es de 400.000 pesetas, y las de estos y un
catedrático 300.000 pesetas.
No sería más lógico indignarse
porque dentro del mismo nivel (bachillerato) haya dos clases de profesores y
con esas diferencias.
(CC.OO. está
trabajando para conseguir que el profesorado de medias pase a nivel 25).
Aún mas, en la
huelga se luchó por nivel 23 para EGB, se obtuvo el 21.
Cuando sonó el
primer clarín de la reforma los alarmistas anunciaron “nos van a guitar dos cursos para dárselos a
los maestros”.
Al final ha sido al revés, se le quitan dos
cursos a la enseñanza primaria.
Eso significa que no
hay razón para chillar ( y con eso no se pretende defender al gobierno,
líbrenos Dios).
Ahora bien ¿es lógico
que al profesorado que impartía esos años se les respeten los derechos
adquiridos?
¿Es lógico que si
para esos estudios se necesita ser licenciado, todo el que lo sea tenga la posibilidad,
aunque sea maestro, también!?
Las respuestas
parecen obvias. SI
. — Y el ataque (?)
a CC.OO. por estar por el cuerpo único tiene bilis.
Tiene bilis porque
en efecto (y a mucho honra) se está por ello pero... “no hay cuerpo único sin
madre única”, y esta no existe aún.
Se trataría de una
carrera-para-ser-profesor con distintos tipos y modelos de especialidades y con
rango de licenciatura.
Puesto que no existe
la madre única no es posible aún el cuerpo global.
Ello no quita para
que CC.OO. como central de clase, si conciba que es preferible una sociedad con
sueldos más parecidos para todos los ciudadanos y por ello puja para “igualarlos
por arriba”.
Tiene bilis atribuir a CC.OO. deseos de meter
a todo el profesorado en el túrmix y apretar; sobre todo desde sindicatos que,
partidarios de la jerarquización, firmaron con el Gobierno en su día acuerdos
(hoy rotos, gracias al profesorado) en los que el nivel mayor de un profesor de
EGB superaba económicamente al de un maestro intermedio de EE.MM (Enseñanzas Medias)
Que entre el profesorado
de FP y BUP exista intranquilidad por saber quiénes, dónde y por qué tendrían
que dar clases en ESO (Secundaria Obligatoria) es lógico, ya que el alumnado al
serlo a la fuerza va a bajar el nivel de esos estudios poniendo a prueba la
fundamental virtud de un docente: LA PACIENCIA.
(Por cierto, he aquí
otro factor de respeto a los maestros que trabajan siempre con ese tipo de
alumnos).
Que el Ministerio no
sepa aún resolver ese problema (el único real) o lo oculte por su impopularidad,
es lo que está haciendo, que con él no participen en la preparación de la
canastilla de la criaturita-reforma, nada más que unos cuantos padrinos y madrinas,
¿entusiastas?
FRANCISCO
MOLINA. El Correo de Zamora. 15 de Febrero de 1990
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