(En pleno Pleno)
¡VIVA
LA DEUDA!
El último Pleno del
Ayuntamiento de Zamora ha sido más significativo de lo que ustedes creen.
En él, el equipo de
Gobierno ha señalado hacia donde llevan a la ciudad.
Incapaces o sin
ganas, de planificar una política económica que permita luchar contra la deuda
al tiempo que se mantiene la acción municipal viva, han optado por “soltarse la
melena” y... de perdidos... al río» (o sea la misma receta que entre 1983-87
aplicó el PSOE y dejó las arcas municipales en la ruina).
Así, tenemos que: A
los 4 meses de que aprobaran lo que llamaron unos presupuestos-realistas, ¡los
modifican!; con dos grandes detalles que lo dicen todo:
Se pide un nuevo préstamo
de 881 millones de pesetas (631 millones
más de lo que dijeron en un principio) y se vende patrimonio por 261 millones
(111 millones más de lo que en diciembre afirmaron que bastaba).
Y todo ello fundamentalmente
para pagar deudas que tenían que estar previstas ¿o es que no sabían que hay un
matadero nuevo (que huele más que el viejo) que iba a costar más de 400
millones? (Esto por poner solo un
ejemplo).
Estamos gobernados
por unos señores que hace 4 meses, cuando le sacudieron un buen meneo al
bolsillo de las gentes con la subida de impuestos, no se habían dado cuenta (¿)
de que (según sus planes) necesitan 730 millones de pesetas más para cosas que se
les pasaron, y 111 millones más para cosas que calcularon mal.
La conclusión es
clara: sigue aumentando la deuda y la economía local va sin rumbo, en una huida
hacia adelante, que solo puede acabar bien si existen los milagros.
Ah! y no se dejen
engañar, cada vez que hay déficit (aunque baje) es que la deuda aumenta, porque
el déficit indica que se gasta más de lo que se gana, y así nunca se puede
pagar lo que se debe.
(Y otra cosa: No hay
deuda que no se pague, en impuestos o en miseria).
Las cuentas, a 31
del XII del 91 están así:
Dinero por cobrar 1.600 millones (y que IU ha pedido se investigue si se podrán
realmente cobrar), y dinero por pagar (de ese año) 2.500 millones (al margen de
lo que se debe a largo plazo).
Por otro lado se
aprobó (con votos de PSOE y CDS) el IAE.
Este es un impuesto
que funciona así: Hacienda valora un negocio (comercio, consulta médica, taller...)
y le asigna una cantidad en pesetas, por ejemplo 50.000.
Luego, cada Ayuntamiento
va a multiplicar esa cifra por dos números. Uno según la categoría de la ciudad
y otro según la categoría de la calle donde está el negocio.
Los coeficientes (números
citados) que votaron los del Gobierno, fueron: por tener el negocio en Zamora,
1,1 que significa recargar un 10% a lo que dijo Hacienda: y por estar en la
calle X, pues depende: hay calles desde 0,5 (o sea donde te rebajan el 50%)
hasta 1,8 (donde te recargan un 80%).
Para IU (propuesta
que hizo) el coeficiente por estar en Zamora debía de ser 1, o sea, que a nadie
se le recargara por ejercer aquí.
(No parece que la
situación económica y social de la ciudad permita penalizar a los que aquí quieran
desarrollar su actividad empresarial, ésta
no es una ciudad-chollo).
Y las calles oscilarían
entre el 0,5 (las peores) y el 1,9 (en las mejores).
La diferencia es
grande conceptualmente con lo aprobado y es significativa numéricamente, pues
mientras PSOE y CDS imponen un abanico (tras multiplicar los dos coeficientes)
que va del 0,55 al 1,98, el que proponía IU va solo desde el 0,5 al 1,9, es decir
una media menor en un 7% respecto al impuesto que aprobaron los citados.
Y por último un
detalle del foklorismo con el que somos (todos) gobernados.
Como es muy difícil
saber cuánto se va a recaudar (es un nuevo impuesto), PSOE-CDS proponen que en
todo lo que se pase de 235 millones se hable con agentes sociales, para ver cómo
devolvérselo en especies.
Para IU lo sensato
es que, como todo impuesto se devuelva al ciudadano donde lo exijan las necesidades
de todos.
Luego, de recaudarse más, lo que corresponde es, al año siguiente,
hacer rebaja por instalarse en Zamora, animando así a la inversión
Francisco
Molina. Concejal de IU. La Opinión de Zamora. Entre 1991 y 1995
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