LA PLATA DEL RUTA DE
LA PLATA
Si yo fuera dictador, dictaría dos órdenes para que
se cumplieran sin remisión.
Una consistiría en suprimir esa medida
burocrático-sádico-represiva de hacer que los alumnos repitan todo el curso si
suspenden más de dos asignaturas, con lo
cual se empezaría a respetar a los niños y adolescentes y por tanto a sus
familias.
Y luego haría
algo que creara puestos de trabajo. Fomentara la riqueza y diseñara la perfecta, barata y ecológica solución a la comunicación entre todo el territorio español.
Para esto
mandaría construir doble vía en todas las conexiones por ferrocarril existentes, al tiempo de dotarlas de tendido eléctrico. Así mismo pondría en uso todas
las actualmente cerradas. E incluso construiría alguna nueva ruta si fuera
demandada por el sentido común.
Esto supondría que el tren que une el Cantábrico con el Mediterráneo
podría circular con más y mejores prestaciones (velocidad, confort,
frecuencias), tanto en versiones para viajeros como mercancías.
Eso en lo que
responde a la provincia de Zamora se traduciría-gracias a los núcleos de
Benavente y la capital- en un indudable
ventaja para esto que se resume con la expresión mejora de la calidad de
vida.
La saturación automovilística-
atascos, muertes, lisiados- en poco tiempo convertirían en rentable
económicamente esta vía, y desde el
primer momento sería rentable socialmente.
Todo esto, en el caso particular de Zamora capital,
se traduciría en un cruzado mágico ferroviario, al atravesar la zona
también, la red que une Galicia con Madrid.
La construcción de la doble vía, la electrificación
y la fabricación de los trenes (muchos de ellos Talgos, que son españoles, y no
hace falta velocidad mayor), generaría tal cantidad de puestos de trabajo
directos e indirectos que se perdonaría mi dictadura.
Posteriormente, las
ventajas del ferrocarril construido y la solución racional, que con ello se
lograría, haría que el recuerdo que de mi quedara fuera soportable.
E incluso
en Zamora, por muy demócratas que fueran, espero que me harían un monumento,
sufragado por iniciativa de LA PRENSA DE ZAMORA, que tal vez pondría en su
base: Al dictador demócrata.
Porque , no nos engañemos, democracia es
hacer lo que quiere y necesita el pueblo.
Y Zamora quiere y necesita que se
reabra el tren Ruta de la Plata
FRANCISCO MOLINA
MARTINEZ
Publicado el 20. Enero 2004
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