ZAMORA
SONRÍE
El Teatro Principal
ha celebrado hace pocas semanas una dedicada al humor.
También hace pocas
semanas nos ha informado el Poder de que somos sobre la Tierra 6.000 millones
de personas.
Incluso se ha podido
determinar, nos dijeron, que el habitante seis mil millones de la nave
terrícola, era un niño bosnio ( o sea de
la estirpe de quienes tanto sufrieron por culpa de que en Serbia
gobierna un hombre-demonio, llamado Milosevic).
Sin embargo, lo que no
reflejaron los periódicos es que el verdadero recién “seis mil millones” fue el
nieto del Rey de España, a la sazón Juan Carlos, nieto que como ustedes saben
llegó al mundo unos días antes que el bebé bosnio.
Pero esto, que salió
en la prensa, no salió por lo que aquí se cuenta.
Resulta que estaba
el Poder contando el número de habitantes del planeta, cuando hete aquí que
gracias los ordenadores, empiezan a ver que el “seis mil milloncetes”, va a
nacer, el resalao, en España.
Naturalmente se
alerta a Aznar sobre el asunto, y mientras se piensa y divaga en cómo celebrarlo,
resulta que la informática empieza a informar que el mamoncete va a nacer
concretamente en Barcelona.
Y cuál no sería la
sorpresa cuando resultó ser Juaniño Urdargarín Borbón.
Lógicamente se informó
a su Majestad, pues este hecho podría ser noticia, no solo excepcional, sino
incluso un designio cuasidivino.
Y ahí es cuando una vez
más, nuestro máximo mandatario, dando muestras de una talla que no nos
merecemos, dijo:
“No, no permitamos que
toda la felicidad visite sólo una casa. Que el Poder haga las cuentas mal y que
el “seis mil millones” sea un niño anónimo, pobre y de futuro incierto”
Y fue así cómo,
gracias a la generosidad de un Monarca se eligió al bosnio.
Y mientras todo esto
ocurría, ocurrióseles a los de Izquierda Unida de Zamora la humorada de convocar
una comida empresarial, en la que el menú costaba 100.000 pesetas para los
empresarios, no por lo bueno, que era el del día, sino para abastecer las arcas
de la coalición de izquierdas.
Dijeron que lo
hicieron para pitorrearse de la comida que en idénticos términos y con el mismo
sentido hizo Maragall (PSOE) en Cataluña, y a la que fueron cientos de empresarios
a pesar de las 100.000 pesetas el cubierto.
Naturalmente a la
comida de IU no fue ni uno (y no sólo porque lo prohibió la CEOE de Nacional)
sino porque IU todavía está lejos de gobernar y por lo tanto, darle ese dinero
era tirarlo.
Caso distinto es lo de
Barcelona donde por poco gana Maragall, en cuyo caso la inversión hubiera
valido la pena, que no en vano es don empresarial saber invertir.
Y es que el humor,
amigas y amigos, es la forma que tienen los que no tienen de saltarse el
protocolo de los que tienen.
FRANCISCO
MOLINA . La Opinión de Zamora. Años 90 del S.XX
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