SEÑOR OBISPO
DE
ZAMORA
Estimado Señor:
Le escribo porque se dirigió a mí, pidiendo ayuda, Doña Pilar, la demandadora de las Concepcionistas.
Supongo que lo hizo al considerar que mi cargo público como Diputado Provincial me obliga a apoyar a quien lo necesite si su causa es justa.
Y entiendo que la suya lo es, lo mismo que entiendo que si ella me buscó como cargo PÚBLICO, pública debe ser mi defensa, y es por eso que ésta es una carta abierta, con la que pretendo que no sólo usted, si no también que aquellos que sin duda le asesoran mal, recapaciten sobre el asunto y busquen una salida digna y justa.
Doña Pilar, junto con su marido, llegó a una cuerdo hace más de 40 años con las monjas que habitaban el convento sito en Rúa de los Notarios 32 de Zamora, por el cual las concepcionistas les dejaban usar la vivienda situada junto al convento, en el número 30 de la misma calle.
En el documento donde eso se refleja se dice que se les cede el derecho a usar como vivienda la citada, como un acto de “caridad” y a cambio Dª. Pilar debía de hacer determinadas funciones para las monjas instaladas en el convento.
Igualmente, a los dos años de estarse aplicando dicho acuerdo, se le invita a firmar a Dª Pilar un documento donde afirma que esa relación que les vincula. NO ES LABORAL.
Así pasa el tiempo, desde 1970 en que empieza todo, hasta el año 2007 en que el Obispado de Zamora “compra” a las Madres Concepcionistas Franciscanas el convento de Rúa de los Notarios 32 y la casa del número 30.
Y aquí empiezan los acontecimientos que me traen a la cabeza preceptos de la Fe que se profesa a través de la Religión Católica.
Me refiero por un lado del que se desprende de la narración de la entrada de Cristo en el templo, alterado por el uso inadecuado que de él se hace por parte de los mercaderes (que usan la casa de Dios para hacer negocio).
Y por otro al precepto que advierte de que quien causare escándalo debe arrancarse los ojos si estos fueran los culpables del escándalo, o cortarse la mano se fuera aquella la que escandalizare.
Porque resulta escandaloso cada punto de los que siguen:
1.-Afirman ante la justicia desde el Obispado que compraron el Convento libre de cargas. Con lo que o bien las reverendas madres les engañaron a ustedes ocultándoles el compromiso que tenían con Dª Pilar -ahora viuda-, o son ustedes los que faltan a la verdad.
2.-Realmente resulta muy difícil aceptar que el Obispado de Zamora no sabía que allí vivía una señora que era quien atendía a las hermanas del convento cada vez que la necesitaban a parte de con ciertas tareas fijas y diarias .
3.-En consecuencia, con el argumento de que habían comprado un inmueble libre de cargas, pretenden que Dª Pilar (que éste año cumplirá los 74) se vaya sin más, ofreciéndole si acaso que pase a un quinto piso, sin ascensor y sin calefacción y una renta de 150 € mensuales. (Que al parecer es propiedad de ustedes con lo cual resolverían dos problemas de golpe)
4.-Es decir han pretendido hacer lo que ni siquiera se atreven a hacer los Bancos y las inmobiliarias, pues estos saben que cuando compran un inmueble con gente viviendo de alquiler en alguno de los pisos, deben darle algo para que se vayan, algo que les compense del mal que se les va a causar.
5.-Argullen ustedes que en el papel donde se firmó el acuerdo, para el uso de la vivienda, se estipula que de necesitar la vivienda las monjitas bastaría con avisar a Dª Pilar con 3 meses de adelanto y ésta debería abandonarla. Pero eso no es lo que se entiende en la ley de alquileres como “necesitar la vivienda el propietario”.
La prueba de que no la necesitaban es que la venden. Lo que sí necesitaban ellas o ustedes (organizaciones, por cierto, ambas de la misma religión) era liberarse de esa “carga”.
6.-Sospecho que la ley obliga en estos casos de compra-venta- al derecho de retracto por parte del arrendatario- es decir el derecho a tener prioridad para adquirir su casa si así les interesara a los inquilinos. Pero no se le dio a la inquilina dicha posibilidad.
7.-Porque hay que entender que D.ª Pilar estaba en régimen de alquiler en esa vivienda pagando la renta o mensualidad en especie puesto que realizaba un trabajo no remunerado en dinero, es decir es como si la Hermanas hubiesen preferido el pago del alquiler no en metálico pero si en una especie llamada “trabajo” de demandadera.
8.-Pero escandaliza también el que se obvie el detalle de que cuando se trabaja para otro éste debe dar de alta al trabajador en la Seguridad Social, al margen de que luego acepte el trabajador el pago en especie-en este caso el disfrute del piso.
9.-Y además, sin ser experto, dudo que tenga validez un documento en el que el trabajador renuncia a ese derecho. Lo mismo que no se puede aceptar trabajar sin contrato mediante acuerdo firmado entre las partes.
Así las cosas, la Iglesia Católica- tan bien tratada por la sociedad española con la exención de impuestos, con subvenciones de todo tipo, etc- podrá ganar esta partida a una pobre viuda de 73 años puesto que si el 7 de Marzo no llegan a un acuerdo ambas partes, la organización que usted preside podrá desahuciarla.
Y es aquí donde se vuelve fundamental esta carta:
Dª Pilar está sufriendo tanto y se siente tan defraudada con aquellos para quienes trabajó con total dedicación, que si ustedes no le ofrecen una salida digan tendrán que desalojarla por la fuerza de la casa.
Y se imagina usted lo que puede significar para el crédito de la Iglesia ver cómo la Guardia Civil o Fuerzas del Orden que correspondan, desalojan a una pobre mujer por orden del Obispado de una religión que adquirió su prestigio gracias al apoyo de las gentes sencillas que lo que más valoraban de ella era su mensaje de amor al prójimo, del desprendimiento de los bienes terrenales y de la caridad.
Tenga en cuenta que además el desalojo será posiblemente televisado dado que ya están distintas cadenas de Televisión interesadas en el tema sin saber siquiera cómo puede acabar.
Esto que le digo se lo podría haber ido a comentar en privado, pero temo que luego sus equivocados consejeros le reconvencieran de lo contrario. Yo confió en su saber.
Por el contrario, si esta carta abierta les asusta por miedo al escándalo. entiéndalo como una vacuna que les permite a ustedes quedar como unos señores llegando a un acuerdo que no humille a quien se portó bien con la Iglesia Católica, a la que por otra parte le dio su trabajo y los frutos de su trabajo durante 37 años.
Esperando sepa entenderme en lo personal, reciba mi cordial saludo.
Zamora- 27- Febrero del 2011
FRANCISCO MOLINA MARTÍNEZ
-Diputado Provincial de Zamora por IZQUIERDA UNIDA-
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