jueves, 1 de agosto de 2024

ESCLAVOS Y PATERAS. De traerlos a la fuerza a repelerlos a patadas.

 


ESCLAVOS Y PATERAS. De traerlos a la fuerza a repelerlos a patadas.

Apuesto doble contra sencillo a que quienes ahora no quieren que vengan negros en pateras sin embargo, en su época, hubieran sido partidarios de que se les secuestrara en su país de origen, se les encadenara y se les metiera en barcos con todos los papeles en regla para traerlos como esclavos (“el papel en regla” diría de qué dueño y señor es el esclavo adquirido en pública subasta).

Estos ciudadanos no son mala gente pero es que tienen  estropeada “la brújula del egoísmo” (han olvidado lo del “hoy por ti mañana por mí”). Y en vez de aplicar eso del que: “si quien peor viva vive bien todos viviremos bien”, prefieren el sálvese quien pueda, y por tanto son devotos del dicho que dice: “quien a buen árbol se arrima buena sombra le cobija” (y por eso,  aunque no lo sean, trabajan para los ricos, esperando unas propinillas).

Por todo ello, vivan en la época que vivan, viven en una contradicción de bigotes, como lo es el que serían partidarios de traer inmigrantes a la fuerza (esclavos) en su época, y ahora, en la actualidad, de repelerlos a lo bestia (de hecho han propuesto que para parar el flujo de pateras actúe la Marina de Guerra)

A favor de la necesidad de la esclavitud argumentarían con gran patriotismo: que faltaba mano de obra, que la esclavitud (el hacer trabajar a la gente a la fuerza) crea riqueza a punta pala (cosa que les mola); que sin esclavos caería el producto interior bruto una barbaridad; que si en otros países hubiera esclavos y en el nuestro no, España perdería competitividad, etc.

Partidarios pues de la esclavitud, no cabe duda de que no dudarían en decirnos que cuantos más esclavos tuvieran nuestros ricos, más ricos seríamos todos.

Con este discurso, si el pueblo, que es soberano, les diera el poder, organizarían safaris (expediciones a África) para secuestrar negros (y negras) y traerlos a la fuerza con el fin de que trabajaran por un salario mínimo equivalente a la mera manutención. Eso sí, todo en nombre de la Civilización Occidental.

El derecho de esclavitud (viva la libertad ¡carajo!) o el de obtener mano de obra barata, generaría además millones de puestos de trabajo indirectos, nos añadirían, dado que sería necesaria la construcción de barcos negreros, amén de que las FP de marinería y milicia estarían a tope de matriculaciones.

Además todo eso con la bendición de los estados (nada de mafias). Incluido el Estado Vaticano, que no en vano uno de los motivos por lo que  creció tanto el islam (y eso que no es la religión verdadera) fue porque se opuso a la esclavitud en su momento.

De aquella política tan rentable para el mundo rico es por lo que  ahora vemos que hay gente de raza negra en toda América y en infinidad de países de Europa (a pesar de que en estos continentes no había ni negros, ni pateras).

Sin embargo, actualmente, esos mismos políticos partidarios de raptar negros para que vinieran a trabajar aquí a la fuerza, como las circunstancias económicas han cambiado (las maquinas están suplantando a los obreros) son partidarios ahora de prohibir la inmigración (sobre todo la de humanos con piel oscura).

Repudian a los africanos porque han venido “explotados” por mafias (ay! la legalidad). Aunque eso sí, respetan que se queden si tienen papeles, o sea un contrato de trabajo, porque eso significaría que a alguna empresa si le vino bien la visita.

Estos  compatriotas andan un poquito despistados y no han caído en la cuenta de que los robots (en posesión de los ricos) les enviaran a ellos también al paro, por muy blanquitos, españolitos y taurinos que sean, ya que  el  sistema les expulsara de la zona de confort también a ellos, pues Dios castiga sin piedra, ni palo.

Con lo fácil que sería todo repartiendo la riqueza de arriba abajo (y no como hacemos cada día, repartiéndola de abajo a arriba)

Paco Molina. Zamora 29 de Julio del 2024  

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