martes, 27 de agosto de 2024

ZAMORA: BIDÉT, LUJO Y CALIDAD DE VIDA

 


ZAMORA: BIDÉT, LUJO Y CALIDAD DE VIDA.

Por sorprendente que parezca Zamora es la única ciudad del mundo donde a la hora de construir una vivienda, según normas del Ayuntamiento,  se exige al promotor que la misma tenga bidé.

Antes de seguir conviene aclarar que lo que aquí llamamos “bidé” es una deformación de su nombre inicial (bidet, en francés).

Palabra con la que el curioso dispositivo para el aseo entró en sociedad porque “bidet” en Francia es el nombre que se asigna a los caballos pequeños. Y es precisamente ese detalle (el de que en el bidé hay que montar a horcajadas) lo que le dio el nombre al artefacto.

Dicho lo cual vamos con lo que se quiere proponer.

No cabe duda de que el bidé, al aparecer en sociedad, se convirtió en un artículo de lujo (de hecho sólo se empezó a instalar en palacios).

Sin embargo una vez que el bidé ha estado al alcance de cualquiera, la misma oligarquía lo ha despreciado (algo similar a lo ocurrido, por poner un ejemplo, con la Costa del Sol malagueña, que de ser un lugar de encuentro de la alta burguesía, al popularizarse,  ha sido abandonada a su suerte).

Bueno eso como explicación social, pero sin duda es la explicación económica la que  acierta al analizar su devenir. Los pisos cada vez son más pequeños y los cuartos de baño ni te digo, luego sobra…el bidé.

Y centrémonos ahora en Zamora. Resulta que si cualquier terrícola consulta y hace la siguiente pregunta por Internet: ¿Dónde es obligatorio el bidet?

Se va a encontrar con esta respuesta:

Hoy en día no es muy usual tener un bidé en casa; sin embargo, existe una ciudad donde su instalación es obligatoria. Concretamente, se trata de Zamora.

 

Es decir Zamora es la única ciudad del Planeta Tierra donde es obligatorio el bidet  en todas las casas construidas desde el año 1986.  Y todo por una decisión de su Ayuntamiento, entonces presidido por Don Andrés Luis Calvo (PSOE).

 

Todo esto que parece simplemente una original anécdota, sin embargo, por sus características, se puede convertir en un reclamo más para invitar a los forasteros a curiosear esta ciudad sin par (de hecho, aquí matamos a un Rey y no nos pasó nada).

 

Porque si resulta que no hay ningún otro lugar en el mundo donde sea obligatorio el bidet, si resulta que el bidet fue un símbolo de lujo en los hogares, si vemos que donde se ha quitado el bidet o no se ha puesto, la alternativa es una mini ducha que se pone junto a la taza del retrete y que sólo permite usar una mano para la limpieza general, si resulta que por esto y muchas cosas más somos únicos, debemos explotar estas circunstancias para presumir.

 

Si el bidet nació como un lujo, y en Zamora seguimos con él y lo hacemos obligatorio, es porque Zamora es una ciudad de lujo y sus bidets recuerdan que aquí hay calidad de vida.

 

Además, dentro de esta línea de explotar al máximo lo del bidet, el Ayuntamiento (en colaboración con el Museo Etnográfico) debe empezar a toda prisa a recopilar bidets de todo tipo para crear un Centro de Interpretación del Bidet (la denominación suena cursi pero es lo  que se lleva)  o un Museo del Bidet.

 

Tampoco estaría mal que para arrancar (y para que se hable de Zamora en todas las teles) se le hiciera un entrevista al mencionado Alcalde de 1986 para preguntarle por qué decidieron hacer obligatorio el dotar a nuestros hogares de ese lujo, convirtiendo con ello una ocurrencia en una importante decisión.

 

PD: Ah!!! y para los historiadores, que investiguen si en los seminarios no había y en los  conventos si, o qué.

 

Paco Molina.  Zamora. 26 de agosto del 2024.  

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