sábado, 15 de agosto de 2009

El código Benlliure


EL CÓDIGO “BENLLIURE”

El libro titulado “El Código da Vinci” está teniendo un éxito espectacular.

No lo he leído pero según una sinopsis, el asunto va de que el célebre Leonardo da Vinci, en su obra pictórica “La Santa Cena” mete mensajes, codificados, para ser descifrados.

Entre éstos está el dejar, entre Cristo y otro personaje, un triángulo equilátero invertido que simboliza el vello púbico femenino y por tanto su sexo.

Además se hacen observaciones sobre cómo el personaje que está al otro lado de ese símbolo sexual, aunque aparentemente es el apóstol guapo (San Juan) en realidad, tras una rigurosa observación, se aprecia que realmente es una mujer.

¡La Magdalena en la Santa Cena! Una mujer en la despedida de Jesús y encima una mujer de mala vida. No es mal arranque para una novela, sobre todo teniendo en cuenta que la gente siempre está pensando en lo mismo.

Si será así que el Judaísmo, de quien deriva el Cristianismo y éste, de quien deriva el Islamismo, son tres religiones profundamente machistas en las que por tanto el sexo y su símbolo por excelencia, la mujer, son tema tabú ( Repárese como incluso aquí, tan civilizados que somos, la mujer dedicada a Dios, por célibe que sea, en monja se queda y que no ose confesar los pecados de nadie).

Tal vez por todo esto, que está metido en las venas de nuestra cultura occidental, en Francia está ocurriendo una cosa curiosa. En pocos meses sus autoridades han dicho que como el estado es laico (pasan de dioses) no deben llevarse símbolos religiosos a la escuela y en consecuencia prohíbe el velo que cubre la cabeza de quienes profesan el Islam.

Chocante el asunto, porque se supone que también hay varones islamistas y nadie se pregunta ¿por qué estos no llevan velo?

Pues no lo llevan porque el velo no es un símbolo religioso en sí, sino que es el complemento del verdadero símbolo religioso, la vestimenta completa .

O es que alguien piensa que cualquier machote islamista permitiría ir a su mujer únicamente con el velo y desnuda.

En efecto, lo mismo que el símbolo religioso en vestimenta de los católicos es cualquier ropa que tape las partes pudendas. Otra cosa es que no nos hayamos parado a pensar en ello.

Confirma lo dicho el que, también el Gobierno Francés, unos meses antes había prohibido otro símbolo peligroso, el tanga.

No es que las chicas no puedan llevarlo, pero se les prohibió el enseñarlo mediante la inconsciente moda de dejar caer sus vaqueros.

Y hemos usado el término “inconsciente” para esa moda, no en el sentido paterno-machista, sino en el contrario, en el que indica que con ella se están atacando y arrasando retrógradas costumbres religiosas al ir enseñando cada vez más cuerpo.

(Que no en vano los teólogos, que esos sí que saben, han definido como enemigos del alma al Demonio, el Mundo y... la Carne, sin referirse claro está a la de Aliste).

Resumiendo, el islamismo al ser más machista manda tapar a las mujeres incluso la cabeza; el cristianismo menos exagerado permite lucir esa cara bonita, y el ateismo se abre paso mientras se marca un tanga.

Que todo esto es así lo puede usted verificar contemplando en el Museo Pro Semana Santa de Zamora el paso del Cirineo. Lo hizo Mariano Benlliure.

Este señor era escultor y no imaginero. Además estaba especializado en realismo naturalista.

Tal vez por eso, ante encargos de “pasos de la pasión” se aburría y en alguno nos dejó un mensaje oculto codificado.

En el paso citado, mediante una mujer de bruces en el suelo, parece enviar el mensaje de que “aquí en esta vida hay algo que no encaja”, porque esa Magdalena parece haber sido pintada soberbiamente desnuda, en una postura fuertemente sensual y vestida a última hora y sin ganas, para poder así cobrar la obra hecha.

De nuevo el conflicto que genera la carne aparece descarnado. “El código Benlliure” podríamos llamarlo. La redención.

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