LA
IZQUIERDA TÍMIDA
“Insaciables, les ofreces sexo,
y dicen que quieren algo más”
No se va a criticar a quienes a lo largo de la Historia han luchado por cambiar las
cosas a favor de quienes han sido despojados de las condiciones que hacían
que esta
vida fuera un paraíso
obligándoles a vivir en un valle de lagrimas.
No hay nada que reprochar a quienes han peleado por otro tipo de sociedad. Sí se
trata, por el contrario, de invitar a quienes actualmente ejercen como rebeldes contra el
sistema o a quienes confían en que algún día surja una revolución, para que mediten si
lo que contiene este libro puede ser útil a sus intenciones.
Porque lo cierto es que los grandes pensadores e inspiradores de los saltos
revolucionarios tenían claro, y escribían claro, que una sociedad radicalmente distinta
sería tal que no se parecería a la actual ni por asomo, ni por el forro, ni siquiera dándole
la vuelta. Sin embargo, sus lugartenientes, en el campo de la sexualidad, casi siempre
estuvieron
hechizados por el orden establecido, y no sólo no quisieron romperlo, sino
que aunaron esfuerzos para que en lo que llamaban el ámbito de lo privado todo siguiera
igual (como sí eso no influyera en la felicidad).
Por tanto, es bueno que se entienda que hay
una razón material o materialista
(no sólo ética) para asimilar que todas las personas son iguales: El
teorema de la
igualdad
se basa en que todos tenemos los mismos instintos básicos: Todo humano
quiere sobrevivir y disfrutar del sexo, por eso todos ¡y todas! somos iguales
.
Este sencillo mandamiento obliga a no permitir que ninguna persona pueda tener
ventajas sobre otras para lograr estos fines, de manera tal que si así es, eso ha de
considerarse una injusticia.
Consecuencia de lo anterior la praxis debe actuar en el sentido de poner a toda la
Humanidad a trabajar para resolver esas dos cuestiones básicas. Lo cual es tan sencillo
y factible que supondría automáticamente disminuir el trabajo obligatorio diario y
aumentar la gratificación voluntaria sexual.
Es también trascendente que lo que se llama
vida privada, y que por tanto se deja
en manos de cada uno, salga como salga, se comprenda y entienda que es algo común
a todos y por tanto un problema
público, que como tal debe ser tratado.
Trabajar también para que la Humanidad tenga un sólo idioma, puesto que más
de uno será muy pintoresco y poético, pero resulta un atraso (prueba de ello es que
para la creación de nuevos lenguajes-señales de barcos, numeración, idiomas de
sordomudos-se busca uno único y común).
No caer en la pérdida de tiempo, lamentable y aberrante, de defender patriotismos,
nacionalismos y localismos que sólo llevan a disputas entre iguales, que alejan de la
solución de los problemas fundamentales y enfrenta a quienes tienen problemas comunes
y sin resolver (“
quiero vivir, quiero gozar”).
Defender la pareja abierta
como salida a la situación actual, proponiendo que se
retire de las bodas el juramento de fidelidad, obligando a que los recién nacidos lleven
como primer apellido el de la madre, invitando a que el protocolo en el hogar pase
porque los sitios principales, asientos,
presidencias, etc. sean ostentados por la madre.
Desarrollando campañas contra los celos, al tiempo que se facilitan las relaciones
amorosas a una, tres y veintitrés bandas.
No caer en la trampa de los poderosos y sus acólitos, que quieren hacer creer que
los humanos son diferentes unos de otros y también diferentes los hombres de las
mujeres, como si ambos géneros tuvieran distinta
manera de ser. Nada más lejos de la
verdad.
(((Aunque no cabe duda que tras miles de años de estar sojuzgadas ellas, y ellos
envalentonados por el poder que da la estructura machista dominante, las formas típicas
de reaccionar cada género pueden haber presentado características diferentes. Algo así
como si dos tomates hubieran sido colocados uno dentro y otro fuera de la nevera, que
siendo iguales parecen distintos. Sin embargo la esencia es la misma; y en el caso de
hombres y mujeres esa es (no hay vuelta de hoja) satisfacer los instintos primordiales
que como animales tenemos))).
Sí Fulano tiene diferentes gustos musicales que Mengano, eso es una anécdota
sin ningún sentido para el asunto político (es decir para el asunto de atajar
favorablemente los problemas de todos). La esencia de cada persona es que tiene
todo
en común con la de al lado
, y por eso es sociable, y por eso se unen o deben unirse
ambas para ayudarse a sobrevivir, para ayudarse a disfrutar del instinto de placer.
Del libro LA ESTAFA SEXUAL de Paco Molina
Del libro LA ESTAFA SEXUAL de Paco Molina
No hay comentarios:
Publicar un comentario