TODOS LOS CONDUCTORES SON IGUALES
En lo que sigue se va
a hablar sólo de los conductores de autobús ya que los que llevan coche son tan
variados que sería temerario mantener la afirmación.
Es caracteristica común de los
conductores de bus conocer donde se come mejor en carretera y donde se liga
mejor, tras trueque, en ruta. Siempre entendiendo por mejor, aquello que
conocemos por relación calidad precio.
Por tanto, podemos decir sin
mucho margen de error que “todos los conductores de autobús son iguales”. Es
más, las excepciones, lo que vienen es a confirmar la regla.
Se trae esto a colación, para ver
cómo resolver el asunto de los políticos, ya que comparto el decir popular de
que “todos los politicos son iguales”. Y lo creo así porque entiendo que el pueblo trata con eso de
indicar que “los políticos utilizan la política para vivir por encima de sus
posibilidades”.
Y a fe, que aunque hay muchas
excepciones, la mayoria si viven por encima de sus posibiliades gracias al
ejercicio del cargo.
No es que todos sean corruptos en
sentido legal, ni ladrones en sentido literal, ni chorizos en sentido visceral,
pero si que de esto hay demasiado y de lo de vivir mejor gracias a la política
buffff.
Tambien los hay normales y por
tanto honrados, que son en general los que no ganan más que en su vida
corriente e incluso los que no se quedan con un sólo euro del erario público.
Pero estando de acuerdo en que
todos los políticos son iguales no lo estoy en la moraleja a la que es invitada
a creer la gente.
Que los más afines a los
políticos corruptos griten que los políticos atufan no es algo inocente porque
luego le invitan a la gente o a no votar,
o a no elegir políticos para administrar el dinero público.
Y es aquí donde debemos recurrir
a la parábola de “los conductores de autobús”.
Veamos, si los viajeros quitan a
todos los conductores del volante y no votan porque todos son iguales, aunque
el autobús esté lleno de abstencionistas
¿va a arrancar sólo el bus? ¿va a llevarnos el bus sin chofer a donde queremos
ir? .
^Pero hay más, si una vez que
hemos barrido a todos los conductores del volante por ser iguales, si sentamos a un general, o un técnico, o un
premio nobel, al volante, ¿Qué es ese señor en cuanto arranque? En efecto, es “un
conductor”.
¿Y que nos interesa de ese
conductor? Que no sea como los anteriores y nos lleve a donde nosotros queremos
ir y no a donde él quiera, o a donde le
digan sus padrinos (en el sentido mafiano de la palabra).
Pues eso es lo que hay que hacer
con los políticos. Como son iguales, buscar a los distintos, y votar a los no
corruptos, y a los que digan llevarnos
dónde queremos ir, porque, si nos abstenemos el autobus no va a caminar
sólo o lo que es peor ira a donde le digan una minoria y no donde tú quieres y
necesitas ir.
En verdad, en verdad os digo que
la parábola de los conductores de bus os puede recordar que quien pongas al volante será un conductor lo
llames como lo llames, y si se trata de buscar políticos honrados hazlo, que los
hay, y si no, presentate tú que lo eres.
Paco Molina
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