miércoles, 23 de mayo de 2018

DICCIONARIO POLÍTICO URGENTE PARA QUE NO SE DESPISTE LA GENTE.


DICCIONARIO POLÍTICO URGENTE PARA QUE NO SE DESPISTE LA GENTE.

Conservador: Dícese de quien no quiere que nada cambie porque considera que vive en el mejor de los mundos. Paradójicamente los hay en todas la clases sociales.

Reformista o centrista: Es una variedad de los conservadores pero menos agresiva. El reformista (que suele disfrazarse de centrista) entiende que algo si hay que cambiar (pero poco) fundamentalmente lo que a él le afecte.

Izquierdista (llamado “populista” en el caso de no sustentarse en el marxismo): Son los que quieren el reparto de la riqueza.

Izquierda marxista o asimilada al marxismo: Entiende que la dinámica de la sociedad está basada en la lucha de clases. La clase alta (que está arriba como su nombre indica) explota a las bajas (que están abajo) sobre todo porque la primera es la propietaria de los medios de producción, y en consecuencia controlan el mercado de trabajo.

Izquierda populista: Es como la marxista pero cambia el lenguaje para que sea más inteligible a las clases populares (y para que no se asimile con el comunismo, dado el rechazo que el término produce en amplios sectores sociales). Por ejemplo, los populistas explican la lucha de clases como la lucha de los de abajo contra los de arriba para conseguir equilibrar la balanza, y que la riqueza se distribuya mejor en base a unos servicio públicos de calidad.

Unidos Podemos: Como ejemplos más destacables de grupos marxistas y populistas en España, tenemos a Izquierda Unida entre los primeros  (aunque técnicamente no lo es, pero según para qué presume de ello) y a Podemos entre los populistas. En base a estos dos grupos en el año 2016 se forjó una alianza electoral en torno a un programa que resultó fácil de confeccionar porque como se ha visto, en esencia, la ideología es la misma (la clases de abajo contra las de arriba).

Mercado de trabajo: Es el mercado de abastos donde los empresarios se abastecen de la mercancía que les ofrecen los trabajadores. Esta mercancía no es otra que la capacidad de trabajo de cada persona. Según los conocimientos que tenga ésta, está mejor pagada o no.

Casta: Colectivo cuyos miembros tienen privilegios respecto a otros. El término es más restrictivo que el de clase social. En términos políticos, casta suele ser aquel conjunto de cargos públicos que han elegido como profesión vivir de la política haciéndole el trabajo sucio a los poderosos (lo que suele aportarles pingües beneficios).

Capitalista: Quien cree que quien crea riqueza y puestos de trabajo es el capital (y por ende quienes lo tienen, los empresarios) y que por lo tanto las leyes deben proteger dicho capital y a sus propietarios (los emprendedores).

Socialista: Considera que para 96 años que va a vivir uno, la economía debería ponerse al servicio de las personas, y no las personas al servicio de la economía (capitalista).

Izquierdas y derechas: Tradicionalmente las izquierdas son socialistas, y las derechas capitalistas. Cualquier persona, sea de la clase social que sea, de la de arriba o de las de abajo, puede ser de izquierda o de derechas, según luche durante su vida por la redistribución de la riqueza y el amparo de todos los ciudadanos, o luche por la sociedad actual basada en el sálvese quien pueda y abajo los vagos que con trabajo todo se consigue.

Líder: Quien consigue atraer a las masas, a modo de Flautista de Hamelin, por mil motivos. Ser líder no implica saberlo todo, ni hacerlo todo bien. Los pueblos, cuando encuentran un líder avanzan más de prisa (hacia lo malo o hacia lo bueno) por eso la derecha los fabrica para sí, y los destruye (incluso con atentados) si son líderes de los de abajo.

Apolítico: Dícese de quien es tan conservador y de derechas que hasta el mismo se asusta y no lo confiesa.

Y por qué les cuento lo que ustedes ya saben. Porque quiero defender a Pablo Iglesias y a Irene Montero, ya que en estos  momentos son el líder y la portavoz de la Coalición Electoral (UP) en la que estoy (soy de IU).

Así que quien no quiera que no siga.

Contra ellos se dice (reculando, porque en el fondo lo que cabrea es la casa) que con su dinero pueden hacer  lo que quieran, pero que han caído en contradicciones y deben irse (sin consultar a las bases), puesto que cuando se pierde la credibilidad en política se ha perdido todo.

¿Perdió Pablo Iglesias credibilidad por decir que entre la clase política había una casta y comprarse ahora una casa ostentosa?

En absoluto, siempre que él sigua luchando contra la casta, en los foros políticos, a favor de las clases de abajo contra la de arriba, y en los gobiernos que esté cumpliendo el programa electoral.

¿Perdió Pablo Iglesias credibilidad por haber dicho que él era socialmente más  sensible  porque vivía con la gente trabajadora  e irse ahora a vivir a una urbanización?

Lo primero que debe entenderse es que un líder no es infalible; teniendo aquí un caso que lo corrobora. Pero él no mintió (que eso es lo que le resta credibilidad  a un político) puesto que seguro que siempre imaginó su vida como la de antes. Ocurre que sus circunstancias han cambiado  radicalmente. Sobre todo con la aparición de los mellizos, y es fácil que si el miedo por él mismo (antes de esto ya era odiado por amplios sectores de la sociedad) podía vencerlo, al ampliar los sentimientos por el amor a su mujer y sus hijos, y encontrar casualmente una casa chollo (que la mayoría no podamos pagar una casa así, no quita para que sea un chollo por ese precio en 30 años con dos pagando y 4 avalando) alejada del mundanal ruido, le han cambiado las coordenadas. Es como si dijo que le gustaba salir de noche, y ahora, casado y padre, no puede.

¿Perdió Pablo Iglesias credibilidad por incluir como síntoma de casta a De Guindos cuando se compró un ático por 600.000 € y gastarse él ahora el mismo dinero en la suya?

En absoluto, De Guindos es casta y Pablo e Irene no; De Guindos defiende al capital y  Pablo e Irene, no. De Guindos defiende a los de arriba y Pablo e Irene a los de abajo. Un ático de 600.000 € (al contado) sin duda es mucho más caro que una casa con terreno adosado, a pagar por dos personas en 30 años.

Llegados aquí es posible que mis argumentos no les hayan convencido. Fenomenal. Eso es lo que dice la derecha y parte de la izquierda.

Y aquí está el problema: Que habiendo hecho Irene y Pablo una cosa legal (eso ya no lo niega nadie) que entienden que mejora su seguridad física y la de sus futuros hijos, resulta que toda España se pone contra ellos.

¿Cómo resuelves el problema creado? Aunque sea creado en gran medida y artificialmente por la derecha y el capital, que se la tenía jurada desde el momento cero (cuánto odio se veía ya hace tiempo contra él incluso en gentes sencillas)?

Pues si haciendo algo legal parece que has perdido prestigio, lo elemental es que consultes el termómetro del desprestigio y consultes a tus bases.

Porque si dimites, como insinúan que debería haber hecho los que no quieren la consulta a los suyos, estás poniendo la cabeza en el garrote vil de la derecha ridículamente.

Y si no consulta y sigue, indudablemente lo hubieran acusado de jeta.

Hay quien dice que eso es pasarle un problema personal al partido (suyo). 

Pero bueno, si una persona por hacer una cosa legal, lía la que se ha liado eso ocurre porque él es político, luego el asunto lo debe resolver políticamente su partido político. Es de libro.

Claro que en Podemos pueden pensar que el voto está condicionado, porque echarlos sería peor. Pero si así lo ven, que echarlos sería peor, no es que su voto esté condicionado, es que ese debería ser su voto porque reconocen que los acusados todavía valen lo suyo, y lo que quiere la derecha es quitárselos de en medio.

Otra cosa es que como en Podemos (y las coaliciones electorales) hay primarias para elegir a los cabecillas esto les haya desgastado y pierdan peso para el futuro, pero eso es otra historia.

Paco Molina. Zamora. 23 de mayo del 2018


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