lunes, 10 de enero de 2022

CARNE DE GARZÓN.

 



 

CARNE DE GARZÓN.

La expresión “carne de cañón” se ha usado históricamente para criticar el uso que los ricos de cada país hacían de sus súbditos para luchar contra los ricos de otro país y quitarles las riquezas.

En esas luchas, vulgo guerras, los mandatarios, los poderosos, los que mandaban en el país “A” enviaban al combate a su pueblo contra el país “B”, creyendo que iban a ganar, pero importándoles un pepino el perder, porque quienes morían, ganaran o perdieran, eran las gentes sencillas, los trabajadores de A y B, mientras que ellos, los que se envolvían en la palabra patria para esconder sus intereses, nunca perdían.

En la Primera Guerra Mundial los soldados, que lo eran en su mayoría a la fuerza, morían a toneladas. Eran “carne de cañón”.

Esa matanza de la civilización capitalista (luchaban capitalistas contra capitalistas siendo la “carne de cañón” la soldadesca salida del pueblo) “mejoró” mucho en la segunda guerra mundial (también de capitalistas contra capitalistas pues en principio: Hitler quería ampliar su espacio vital para tener una Gran Patria).

Esa mejoría consistió en que ahora la “carne de cañón” no solo estaba en el frente, sino que también afectó a la población en general (lo que llamamos población civil o gente inocente como si los soldados fueran culpables de algo).

Pero da igual, la carne de cañón le es necesaria al Poder (a la oligarquía) para multiplicar sus ingresos y eso es sagrado (por la patria ,eso sí).

En paralelismo con esa nomenclatura, últimamente se utiliza el término “carne de paro” para referirse a esos millones de parados que siempre debe haber (según el señor capitalista, aunque no lo diga en público) para que el precio que cobra el trabajador por trabajar esté barato.

Es decir el sistema necesita, para que los ricos puedan aumentar su riqueza, carne de cañón, carne de paro, y alguna otra carne según momentos.

Y en estos momentos en España necesitan “carne de Garzón”.

A Alberto Garzón hay orden de pulverizarlo porque se le atribuye en exclusiva la decisión mayoritaria de los afilados de Izquierda Unida de unirse en torno a un programa de Gobierno  con Podemos y otras fuerzas, así como el ser uno de los responsables de la creación de Unidas Podemos como organización estable al “estilo católico” (con franciscanos, jesuitas, carmelitas descalzas, etc, es decir con distintas órdenes dentro pero un solo dios verdadero, el programa).

En consecuencia, para el Poder, lo ocurrido en España (lo ocurrido es que hay un Gobierno Social Solidario estable y progresista) y lo que temen que ocurra (la aparición de un Frente Amplio Transversal en torno a la figura de Yolanda Díaz) es algo que les preocupa porque a lo  mejor les suben un poquito los impuestos a los ricos y además al subir el salario mínimo, la tasa de enriquecimiento del rico crece un pelín más despacio. Amén de que la bajada del paro, batiendo records, amortigua los efectos de la carne de parado.

Por eso han decidido cargarse a Alberto Garzón (incluido el PSOE que perdería votos y bicocas si sube el Frente Amplio en unas próxima selecciones).

Pero  es que además Alberto Garzón ha metido mano en las apuestas (en los juegos de azar, cuyo único azar es saber cuándo vas a perder tú como ciudadano ese día y cuanto ganará La Banca esa noche)

Y eso es mucha valentía. Fíjense el emporio de este tipo de empresas (las de las apuestas y casinillos de barrio) que financiaban con su publicidad grandes equipos de fútbol. Un pastón. Por no hablar de lo fácil que es blanquear dinero en esos mundos.

En consecuencia hay que hacer picadillo a Garzón, el de IU, y lo utilizan como “carne de Garzón”.

He aquí la demostración. El 26 de Diciembre sale una entrevista al Ministro de Consumo de España en un periódico inglés que posiblemente sólo lean los de la City (los del mundo de las finanzas). Este dice que la carne de animales criados en los campos (ganadería extensiva) es mejor que la que se produce en las macro granjas (ganadería intensiva) pero que este tipo de ganadería, la mala, está creciendo y hundiendo a la tradicional y buena. Algo obvio.

La entrevista pasa sin pena ni gloria, pero algún personaje del mundo de las macro granjas y de la oligarquía, aprovecha el titular y 10 días después se inventa el bulo de que nada menos que el Ministro de España ha dicho que la carne española es mala.

A partir de ahí, Garzón, Izquierda Unida, Unidas Podemos y por extensión, Pedro Sánchez, se convierten en “carne de Garzón”, importándoles a los magnates de las macro granjas y la oligarquía, un pepino España y la Patria, pues han magnificado el bulo y distorsionado tanto el debate que posiblemente en el mundo entero se esté ahora especulando con una verdad: la carne de corral es mejor que la otra, y la de producción dañina está creciendo sin parar arruinando al campesino y ganadero tradicional.

Pero ya se sabe, a los poderosos, la patria, la unión de comunes para subsistir y vivir mejor, les trae sin cuidado, como en las guerras, y la carne de cañón es la carne de cañón y la carne de político lo mismo. Todo les da igual con tal de engordar su bolsillo por otro lado tan relleno. La gente les trae sin cuidado.

Paco Molina. Zamora. 10 de Enero del 2022.

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