lunes, 2 de enero de 2023

LA ISLA DE LAS CONCLUSIONES . O contra la sacralización de la fidelidad.

 


LA ISLA DE LAS CONCLUSIONES . O contra la sacralización de la fidelidad.

1.-Si usted suele ver la Isla de las Tentaciones se le aconseja que lo haga tras leer el libro de Agustín García Calvo (editorial Lucina) titulado “Contra la pareja”.

2.- Y si no ve dicho programa con mayor motivo.  Porque tal vez así se entienda algo más de porqué, a pesar de las acertadas medidas educativas y policiales, sigue la violencia machista causando un dolor de espanto.

3.- En el programa de tele citado, y en la vida real, está sobredimensionado el valor de la fidelidad, y del amor en sí, sobre todo si es “verdadero”.

4.- Dice la cultura oficial que si A ama a B, y B le corresponde, es decir si A y B se aman que entonces a ninguna de las  2 personas les atraerá nadie más (que no habrá tentaciones que valgan).

5.- Pero esto simplemente es falso como indican los datos.

6.- Además, si eso fuera cierto sería más cierto aún que si uno de los 2 tiene tentaciones (caiga en ellas o no) es que ya no estaría disfrutando del amor verdadero. Es decir el amor verdadero seria como una estrella fugaz.

7.- Dice el mencionado Agustín García Calvo que la fidelidad es un invento del macho para hacer suya a la hembra. Cosa que se puede verificar en cómo es ella la que magnifica tal sacrificio (el de la fidelidad) como lo máximo del amor. No hay mejor prueba de que te quiero que el que me sacrifico por ti renunciando así al mundo, sus pompas y vanidades.

8.- Y tienen razón. No hay mayor prueba de amor que la fidelidad (“fíjate si soy tuya, o yo tuyo, que renuncio a mi instinto básico de búsqueda del placer sexual”).

9.- Por eso, una sociedad machista y que procede del Poder  machista, ha tenido la osadía (que nadie se atreve a abordar)  de hacer que entre los vínculos que se le exigen a un matrimonio, esté el de prometerse fidelidad.

10.- Con cosas así lo que se rezuma en el ambiente es que la infidelidad (los cuernos) es el peor de los pecados en una pareja.

11.- Incluso el peyorativo término de “cornudo” no busca otra cosa que la ira del afectado. El invitarle a que no seas calzonazos. A que se exija “respeto” (que palabra tan bonita….pero inadecuada en estos casos, porque lo primero que hay que respetar son las leyes de la naturaleza, y en ese sentido el pecado de adulterio debe estar entre los veniales).  A que sea violento. A que sea un hombre con esos bien puestos.

12.- En ese orden de cosas el macho ya no comprende que lo que la hembra le ha otorgado, por amor, cariño, espejismo o lo que sea, es únicamente el usufructo de su cuerpo pero no la propiedad.

13.- Y el hombre se cree que ella es suya y de ahí al “la mate porque era mía”, solo hay mil pasos que unos ejecutan como bestias y otros sólo recorren a medias (“no vistas así, no rías así,  estás todo el día fuera, pareces una golfa, eres una puta”).

14.- Pero vayamos ahora a la mente de ella (al lavado de cerebro al que se somete a las mujeres). Convertida la fidelidad en la brújula del amor, y en el no va mas (hasta los religiosos de ambos sexos deben prometer castidad para ser fieles a su dios, en un acto, el de la abstinencia, que supone ser, y lo es, el mayor de lo sacrificios, la renuncia al placer sexual) ocurre que es la mujer la que más la va a exigir en sus fantasías (“Como me ama a mi no le va a atraer ninguna otra o no le debería atraer”).

15.- Entrando en el periodo de decadencia del amor entre 2, el dueño de la situación (porque durante siglos lo fue en Occidente y aún lo es en Oriente), el macho, se vuelve insoportable, y entonces, en vez de dar por rota la relación, ella se agarra al clavo ardiendo, que de nuevo Agustín García Calvo verificó. Y va y se dice la maltratada: “Si estaré viviendo el verdadero gran amor que  a pesar de lo mal que me trata le sigo queriendo” (cuando en realidad lo que quiere es no empezar de nuevo a buscar otras relaciones íntimas).

16.- Es decir la prisionera número 1 (en realidad los dos lo son, pero con distinta intensidad) pasa a confundir lo malo con lo bueno. “Me trata mal, pero como aún quiero seguir con él, eso es que le amo locamente”

17.- Llegados aquí y para acabar, hay que reconocer que como el amor correspondido no hay nada, es el nova más. Pero como suele acabarse, y no en los 2 miembros a la vez, surge ahí el conflicto.

18.- Conflicto que en mi opinión tiene mucho que ver con la energía consumida en la conquista del otro.

19.- No cabe duda que durante los momentos de aproximación, seducción, consolidación, afianzamiento, planes de vida, hijos si los hay, etc. los 2 componentes han invertido una energía que si no hubieran seguido ese camino no habrían gastado.

20.-Todo eso ha tenido una recompensa, la felicidad, paquete que lleva dentro una ración garantizada de sexo (sea bueno o mediocre) amén de otras cosas. Todo ha valido el esfuerzo realizado.

21.- Pero cuando hay una ruptura, y ambos tienen que “rehacer” su vida, como muy bien indica el término (rehacer), hay que volver a empezar: pero ahora unos años después, con más edad, lo que supone mayores esfuerzos, muchos miedos y muchas desconfianzas.

22.- Y llegados ahí, el macho, máxime si ha sido duro, antipático, cancerbero y cruel, saca todo su egoísmo y se niega a perder a la que considera suya por “derechos de conquista” (“Con lo que yo te di e hice por ti”).

23.- Sólo la preparación educacional y social (lo que se respira en el ambiente),  para llegar a lo actualmente llamado estatus de “parejas abiertas”, podrá hacer que la violencia latente se esfume, porque entonces: a) compartir pareja no aparecerá tan dañino y b) porque el final de una relación no supondrá que rehacer  las cosas sea algo que asusta y agota sólo de pensarlo.

En definitiva: Mientras la sociedad haga creerse, a quien descubre que su pareja goza de las mieles del orgasmo con otra persona, que es un cornudo, que le han faltado al respeto, que prefiere a otro, que ha sido engañado, que ese comportamiento es denigrante, que es cosa de putas, que algo le falta a él, que ella goza lo que no goza con él, etc. etc. mientras todo siga así entonces la mecha de cualquier estallido violento (de mayor o menor intensidad) estará puesta y encendida.

Por ello debe aceptarse que  nadie es infiel con ánimo de hacer daño a nadie, que nadie es culpable de buscar la satisfacción de uno de los 2 instintos vitales del ser humano (uno el de supervivencia, el otro el de la búsqueda del goce sexual) el sexo variado y variando, que nada se hace con mala intención, de la misma manera que quien cae al río y es arrastrado por la corriente no está buscando alejarse de nadie. Ocurre lo que ocurre porque lo pide el cuerpo. (En la Isla de las Tentaciones usan mucho la frase “Me dejé llevar, voy a dejarme llevar”, anunciando con ello que van a buscar lo que les apetece, conocer otro cuerpo y otras sensaciones impuras).

Toda evolución en el sentido que apuntamos, no solo resolvería el problema de perder a la media naranja, sino que encima reduciría el consumo de energía social para buscar nuevas compañías, es decir rehacer la vida sería más sencillo y menos traumático.

Me comentaban unos amigos que eso sería aceptar que las personas somos animales y no seres racionales. A lo que hay que contraponer que es precisamente el hecho de tener cabeza (inteligencia) lo que nos obliga a concebir unas relaciones sociales y unas estructuras familiares dignas de seres inteligentes: leyes que pongan las cosas al servicio de los 2 instintos básicos: seguridad en lo material para todo el mundo y libertad en lo sexual para todos.

PD: Además del libro recomendado se sugiere el titulado “LA ESTAFA SEXUAL”, de Francisco Molina Martínez, ya agotado (con lo que no se está haciendo publicidad comercial) pero disponible en todas las bibliotecas importantes.    

Paco Molina. Zamora. 2 de Enero del 2023

 

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