lunes, 23 de diciembre de 2024

ZAMORA, LA VIVIENDA Y EL CEO ECLESIÁSTICO .

 


ZAMORA, LA VIVIENDA Y EL CEO ECLESIÁSTICO .

En el momento en que la liturgia católica convirtió en dogma lo de: “A Dios lo que es de Dios y al Cesar lo que es del Cesar”  lo estropeó todo.

Porque lo lógico es que si existe Dios, y nos ama tanto como para enviar a su Hijo a la Tierra (Navidad) y luego sacrificarlo  para salvar a los mortales, los mortales deberían vivir sólo y en exclusiva para Él, como agradecimiento y prueba sublime de devoción.

Pero al predicar, dicha religión, el mismo respeto a Dios que al Cesar  ella misma partió el mundo en dos: En cuerpo y alma, en devoción y negocio, en guerra y paz.

Y metidos en esta dinámica, de poder decir que se es creyente pero luego desde el más profundo egoísmo vivir como si no se creyera en nada  porque al final, arrepintiéndose en el último segundo ¡al Cielo! pues se fastidió el asunto.

Mas dejemos la teología y vamos con “lo que pide el Cesar” (que son cosas que hay que darle a la fuerza según las leyes económicas).

En Zamora, el aterrizaje del actual Obispo ha sorprendido (gratamente) por su talante y dinamismo.

Encontrando entre sus virtudes su carácter “emprendedor,  negociador y buen relaciones públicas”. Vamos todo un CEO (término con que se nombra a las personas que se encuentran en el vértice superior de una empresa, fortaleciéndola y haciéndola crecer).

Yo mismo en algún escrito anterior sugerí aprovechar esa disposición para: usando como punto de apoyo las múltiples propiedades de la Iglesia en el casco artístico de Zamora City, potenciar el mismo.

¿Y qué sentido tiene hablar otra vez de “economía”? Pues que ha aparecido el “Cesar” en escena y hay que darle lo que es suyo.

Hace unos meses leí, en un informativo solvente, que Cáritas (organización de la Iglesia Católica) había sufrido en Luxemburgo o por ahí, una estafa de unos 20 millones de euros. El asunto lo ligué con algún acontecimiento que conocía sobre cierres de programas de tal asociación en algún punto de España sin que se le viera sentido.

Pero hace sólo unas  semanas la noticia, no muy difundida pero cierta, fue que el Estado Vaticano (donde hay que darle todo al Cesar y nada a Dios, pues es un Estado) “la hucha de las pensiones” arrojaba un déficit de 80 millones (Y así cada año, si no se corrige).

Porque resulta que tal Estado, como todos, tiene funcionarios, y llega un momento  en que se jubilan y claro hay que pagarles una pensión.

Ante este  problema, seguía la noticia, la Iglesia decía que iba a tomar medidas para equilibrar su balanza de pagos. Se acabó lo de limitarse a tener bienes improductivos,

Claro, como, por ejemplo en España, no pagan el IBI por sus propiedades improductivas preferían que siguieran siendo improductivas para no pagar impuestos. Algo así como  hacen los propietarios de los cientos de locales vacios en Zamora, que parecen preferir, por pereza y porque no lo necesitan, no alquilar si no les dan el oro y el moro.

Naturalmente todo esto del déficit del Vaticano y su nuevo rumbo de hacer rentable su patrimonio me recordó el perfil del nuevo Obispo.

Y en ese sentido con el ánimo de ayudar, sugiero a la Iglesia y al Estado Español que reparen, para esto de resolver en parte el tema de la vivienda, en lo siguiente.

Lo mismo que ya se adelantó “el CEO eclesiástico”, firmando un convenio para ceder las casas parroquiales de los pueblos con el fin de que sean alquiladas.

Pues que se aborde el tema de las residencias. En la antigua Universidad Laboral hay un edificio gigantesco con muchísimas habitaciones vacías. Habilítense para alquiler  a estudiantes que para ello se hicieron, y así aumentará la oferta y bajará el alquiler.

Y lo mismo cabe decir de la residencia cerrada del Colegio “Amor de Dios”, en Zamora . Y puede que en otros sitios. Amén de los conventos y seminarios que estaban hechos para inquilinos individuales. Conviértanse en espacios alquilables; que son un bien necesario y no un mal “cepillo”.

Paco Molina. Zamora. 23 de Diciembre del 2024   

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