RELATO DE ADMIRACIÓN. Agustín García Calvo
En el año 2012 murió
Agustín García Clavo. Quiero mostrar en este escrito mi admiración por él y su
obra, no porque mi opinión tenga importancia sino porque es bueno para la gente
reparar en lo que dejó escrito este pensador zamorano.
AGC desde que usó la
razón y plasmó lo que esta producía ha sido sin duda una de las 100 personas
más inteligentes de todos los habitantes de la Tierra, en todas las épocas en
las que vivió.
Empecé a conocer sus
escritos a raíz de la toma del Cuartel “Viríato” de Zamora, acción que buscaba
como fin que se dedicara al saber y no a la especulación.
Entre las actividades
de esa ocupación que duró un mes para asombro de todos, AGC discurrió como
actividad permanente y subversiva, el poner en marcha la Escuela de Sabiduría
Popular.
En ella personas que
podían aportar algo que no fuera la enseñanza reglada, daban clases gratuitas
de lo que les parecía. Cada día uno, todos los días y durante varios años.
Eso originó la
necesidad de relevos. Y así, al necesitar sustituir a los primeros espadas
ocurrió que tuve la oportunidad de dar algunas charlas. De esta manera y porque
se acababan los temas (la mies es mucha y las ideas son pocas) opté por
explicar capítulo a capítulo uno de sus libros. El titulado “Contra la Pareja”.
Ello me obligó a profundizar mucho en su pensamiento, y por
eso (y porque desde entonces leí todos los libros que publicaba) puedo decir
con conocimiento de causa que de los actuales 7.000 millones de habitantes del
planeta, el estaba entre los 100 privilegiados con una mente y unos
conocimientos superiores al resto.
Ante eso y ante el
hecho de que es zamorano considero que usted debería tener en su casa al menos
un libro de AGC.
Y no de adorno, porque
AGC escribió reflexiones, poesía, teatro, narrativa, gramática, traducción, y
por tanto es difícil por no decir imposible que el lector no encuentre algo que
le guste.
Recomiendo, para ir
abriendo boca, el libro “RELATO DE AMOR”. Una pura joya, con ribetes que yo
diría autobiográficos, que nos habla del amor de un hijo por su padre, pero
sobre todo de los mil aspectos de la vida y los sentimientos que destila ésta
(trascurre en Zamora y Granja de Moreruela, fundamentalmente).
Los libros de poesía
son impresionantes, porque además dicen algo y además lo que dicen se disfruta
al entenderlo fácilmente.
Los de ensayo, que él
llamaba de “política” al clasificarlos, son los que le deben dar fama
universal, y con él a Zamora, cuando se comprenda que deben ser explicados en
los centros educativos de todo el mundo, pues superan en mucho a “esos autores
que salen en la selectividad”.
Cada zamorano debería
tener al menos un libro de AGC en su librería, cuestión además fácil porque son
baratísimos y encima en Zamora está su editorial, LUCINA.
Murió, afortunadamente
muy mayor, y cuando los acontecimientos le venían a dar la razón que trataban
de quitarte los intelectuales del Régimen.
No en vano, y como
ejemplos de la razón que tenía y tiene se cita, que él dijo que Estado y
Capital son la misma cosa, y que por tanto la democracia capitalista es
corrupta de nacimiento. El dijo que los políticos siempre dicen lo que ya está
dicho. Él dijo que nos engañan remitiéndonos siempre al Futuro como lugar en el
que por fin encontraremos el paraíso. Él dijo que el peligro está en tener Fe
en el sistema y así vemos como ahora sacrifican al pueblo, “por el bien del
pueblo”, y con la determinación del verdugo que tiene Fe en lo que hace porque hace
“lo que está mandado”. El dijo que ciertas aspiraciones feministas, en la
medida que sólo buscan equiparase al macho de la especie, son equivocadas y así
vemos que las mujeres militares piden con orgullo, y están satisfechas de haberlo
conseguido, combatir en primera línea de fuego cuando hay guerras. El dijo que
hay muertos que están vivos –muy pocos- y vivos que están muertos, la inmensa
mayoría. El dijo que el “pueblo” no sabe lo que quiere porque lo han convertido
en “masa” los medios informativos, con el mejor de ellos a la cabeza, la
televisión.
El dejó escrito tantas
cosa buenas para que aprendiéndolas seamos todos personas más felices alguna
vez, que merece que se fije uno en su obra, porque pasar de largo ante uno de los
escasísimos cimborrios del pensamiento universal es una pena. Como fue una pena
su muerte. Aunque él sea de esos muertos que están vivo. Sirva este artículo
para recordarlo.
FRANCISCO
MOLINA
"Personas más felices", dices, Paco. Ahí se ve, que por mucho que uno, personalmente, se crea que ha leído mucho y que sabe y que se entera, en verdad no sabe y no se entera. La "persona" es un invento, no hay tal cosa más que como contradicción, es un trágala para la obediencia. Y, ay, la felicidad... No lo dije yo, pero que suene: la persona feliz: el idiota perfecto.
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