martes, 5 de febrero de 2013

Sobre Agustín García Calvo. Relato de admiración



RELATO DE ADMIRACIÓN. Agustín García Calvo


En el año 2012 murió Agustín García Clavo. Quiero mostrar en este escrito mi admiración por él y su obra, no porque mi opinión tenga importancia sino porque es bueno para la gente reparar en lo que dejó escrito este pensador zamorano.


AGC desde que usó la razón y plasmó lo que esta producía ha sido sin duda una de las 100 personas más inteligentes de todos los habitantes de la Tierra, en todas las épocas en las que vivió.


Empecé a conocer sus escritos a raíz de la toma del Cuartel “Viríato” de Zamora, acción que buscaba como fin que se dedicara al saber y no a la especulación.


Entre las actividades de esa ocupación que duró un mes para asombro de todos, AGC discurrió como actividad permanente y subversiva, el poner en marcha la Escuela de Sabiduría Popular.


En ella personas que podían aportar algo que no fuera la enseñanza reglada, daban clases gratuitas de lo que les parecía. Cada día uno, todos los días y durante varios años.


Eso originó la necesidad de relevos. Y así, al necesitar sustituir a los primeros espadas ocurrió que tuve la oportunidad de dar algunas charlas. De esta manera y porque se acababan los temas (la mies es mucha y las ideas son pocas) opté por explicar capítulo a capítulo uno de sus libros. El titulado “Contra la Pareja”.


Ello me obligó  a profundizar mucho en su pensamiento, y por eso (y porque desde entonces leí todos los libros que publicaba) puedo decir con conocimiento de causa que de los actuales 7.000 millones de habitantes del planeta, el estaba entre los 100 privilegiados con una mente y unos conocimientos superiores al resto.


Ante eso y ante el hecho de que es zamorano considero que usted debería tener en su casa al menos un libro de AGC.


Y no de adorno, porque AGC escribió reflexiones, poesía, teatro, narrativa, gramática, traducción, y por tanto es difícil por no decir imposible que el lector no encuentre algo que le guste.


Recomiendo, para ir abriendo boca, el libro “RELATO DE AMOR”. Una pura joya, con ribetes que yo diría autobiográficos, que nos habla del amor de un hijo por su padre, pero sobre todo de los mil aspectos de la vida y los sentimientos que destila ésta (trascurre en Zamora y Granja de Moreruela, fundamentalmente).


Los libros de poesía son impresionantes, porque además dicen algo y además lo que dicen se disfruta al entenderlo fácilmente.


Los de ensayo, que él llamaba de “política” al clasificarlos, son los que le deben dar fama universal, y con él a Zamora, cuando se comprenda que deben ser explicados en los centros educativos de todo el mundo, pues superan en mucho a “esos autores que salen en la selectividad”.


Cada zamorano debería tener al menos un libro de AGC en su librería, cuestión además fácil porque son baratísimos y encima en Zamora está su editorial, LUCINA.


Murió, afortunadamente muy mayor, y cuando los acontecimientos le venían a dar la razón que trataban de quitarte los intelectuales del Régimen.


No en vano, y como ejemplos de la razón que tenía y tiene se cita, que él dijo que Estado y Capital son la misma cosa, y que por tanto la democracia capitalista es corrupta de nacimiento. El dijo que los políticos siempre dicen lo que ya está dicho. Él dijo que nos engañan remitiéndonos siempre al Futuro como lugar en el que por fin encontraremos el paraíso. Él dijo que el peligro está en tener Fe en el sistema y así vemos como ahora sacrifican al pueblo, “por el bien del pueblo”, y con la determinación del verdugo que tiene Fe en lo que hace porque hace “lo que está mandado”. El dijo que ciertas aspiraciones feministas, en la medida que sólo buscan equiparase al macho de la especie, son equivocadas y así vemos que las mujeres militares piden con orgullo, y están satisfechas de haberlo conseguido, combatir en primera línea de fuego cuando hay guerras. El dijo que hay muertos que están vivos –muy pocos- y vivos que están muertos, la inmensa mayoría. El dijo que el “pueblo” no sabe lo que quiere porque lo han convertido en “masa” los medios informativos, con el mejor de ellos a la cabeza, la televisión.


El dejó escrito tantas cosa buenas para que aprendiéndolas seamos todos personas más felices alguna vez, que merece que se fije uno en su obra, porque pasar de largo ante uno de los escasísimos cimborrios del pensamiento universal es una pena. Como fue una pena su muerte. Aunque él sea de esos muertos que están vivo. Sirva este artículo para recordarlo.


                                                           FRANCISCO MOLINA

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