miércoles, 3 de abril de 2013

Diario Secreto de una Lucha. Capítulo 7.Falta visión espacial


Diario Secreto de una Lucha. Capítulo 7

Santiago Fernández Vecilla, actual coordinador de IU-Zamora, deja caer a veces el asunto de quien comentaba a su madre lo bien que hacia la instrucción, y lo mal que la hacían los demás pues cuando él marcaba el paso los demás llevaban el paso cambiado.

Antes de seguir quiero dejar constancia de que Santiago, que llegó a la “jefatura de IU” porque era quien mejor podía hacerlo, no dejaba de ser una gran persona y un gran teórico, pero, ¡¡Madre del Verbo!!, por no se qué mecanismo interno se transfiguró en un activista de cuidado, y ahí está en el 15_M, en STOP Desahucios, etc..

Tanto es así que acude a alguna de las convocatorias de DEFIÉNDETE (LOS VIERNES A LAS 8 ,15 A PONER PAPEL HIGIÉNICO EN EL Gobierno De España en Zamora), a pesar de “no ver el asunto claro”, pero como él dice: “en definitiva me gusta estar en las causas perdidas”. Gracias Santiago, y no por  ir sino porque estás acertando.

Decía que Santiago “no veía” la oportunidad de DEFIÉNDETE ; y a lo mejor ese es el problema, “ver o no ver las cosas”.

Los profesores de Matemáticas sabemos lo difícil que es explicar Geometría a los alumnos que no tiene una visión espacial.

La visión espacial es necesaria para poder “ver” en un plano (o sea algo con 2 dimensiones) dibujos que representan las tres dimensiones del espacio.

Pues bien, en política, donde en todos los grupos que he estado acabo estando en minoría, observo que la mayoría de la gente “no tiene visión de la jugada”. Y es por eso por lo que aún DEFIÉNDETE NO HA COGIDO FUERZA Y VIGOR.

Ni los cuadros medios han visto lo fácil y eficaz que puede ser la idea; ni han visto que si no es en la calle nada vamos a cambiar ni a acelerar, nada.

Claro que puede que todos sea más sencillo. Llegué a la política roja por algo de instinto, simpatizaba con lo anárquico, pero sobre todo porque habiendo unas jóvenes vecinas sabido que iba la policía a hacerles un registro, pasaron a mi casa gran cantidad de libros prohibidos (1970) sobre todo marxistas.

Los devore.

Y desde entonces soy un marxista de libro, un revolucionario de libro, un agitador de libro, por lo que mis convicciones resultan más determinantes que otras , igual de nobles, pero basadas a lo mejor en sólo sentimientos, y por tanto susceptibles de debilidad.

4 de Abril del 2013

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