El desahucio en
España es una de las leyes más crueles que existen, y que evidencia lo que es
(de desalmado) el sistema capitalista (Aquel cuyas leyes favorecen al rico con
el risible argumento de que es quien crea riqueza y puestos de trabajo).
Argumento “risible”
(de risa) porque para empezar, debemos recordar que en la historia de la
evolución humana hubo más años sin ricos (y por tanto sin guerras) durante los
que prosperamos más que nunca (porque lo que si existía –y qué remedio- era el trabajo –sin capital alguno- como medio de facilitar la existencia).
Pero sigamos. El
desahucio en España es sanguinario porque supone que quien deja de pagar la
Hipoteca de su casa (incluso porque se quedó sin trabajo) pierde la casa, pierde
el dinero que ya pagó, y, aquí viene la salvajada, debe seguir pagándole (al
banco) todo lo que tendría que pagar como si aún todo fuera normal (es decir,
perdida la casa tiene que seguir pagando como si siguiera con la casa).
Y para mayor
escarnio, este tormento, solo se da en uno de los países capitalistas del
mundo, en ¡¡España!!! (porque el Rey, el PP, el PSOE y Ciudadanos así lo
quieren).
Es tan preocupante
este asunto, y hace tan evidente la crueldad del Régimen, que tal vez por ello
las Plataformas de Stop Desahucios son las más perseguidas de todo el país.
En Zamora, por una
concentración para evitar un desahucio, que tuvo que convocarse con toda
urgencia y sin tiempo a comunicársela a la autoridad competente se ha multado
desde la Subdelegación del Gobierno a los que identificó la policía (e imaginó
el Subdelegado como “dirigentes”).
Pero no es de nada
de lo dicho de lo que se quiere hablar, que ya es de sobra conocido lo manifestado.
Lo que se quiere
comentar es esto:
A veces, hablando
sobre el tema, ciudadanos competentes, sensatos y bien documentados, dicen de buena
fe, que la culpa (de su desgracia) la tiene el desahuciado (que debió calibrar
mejor el riesgo que corría) porque claro es muy bonito aceptar (frívolamente)
un préstamo para pagar casa, muebles e incluso coche, sin tener el futuro resuelto
(Como si alguien lo pudiera tener en un estado capitalista, decimos nosotros).
Y ahora viene el
quid de la cuestión. Aceptemos como válido que el “español, español, español”
que firmó el préstamo (la hipoteca) debiera saber el riesgo que corría. Vale.
Pero, entonces, por
esa misma regla de tres, ¿por qué no se trata igual al Banco?.
Es decir, ¿por qué
no se dice?: “AH!! el Señor Banco tenía que haber calculado los riesgos que
corría al dejar su dinero (que es tuyo). Acaso no tenía que haber investigado
bien al cliente y en caso de duda que no le prestara nada”.
Pero no, el Banco
(los ricos, y no me hablen de los pequeños accionistas que solo están ahí como
escudos humanos para proteger al Poder), tienen trato de favor.
Ellos nunca se
equivocan, siempre ganan.
La Banca siempre
gana, es eslogan de casino y trileros, y resume perfectamente esta sociedad.
Sistema que sólo protege al Capital y a las personas las trata como escoria
(envuelta en papel de celofán).
Paco
Molina. Zamora 18 de Noviembre del 2017
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