SAYONES

SAYONES

Hay dos cosas que nunca entendí de la Semana Santa.

Una es esa de que a la procesión de “las cinco de la mañana” se la diga "vulgo" Congregación, cuando el vulgo, precisamente la llama "la de las 5 de la mañana".

Y la otra es esa de "los sayones".

Si, esa palabreja que los comentaristas de la cosa utilizan sin parar o parando poco, cuando hablan de las figuras que van en los pasos.

Tras mucho investigar y preguntar, y por si alguien más vivía como yo, sin vivir en mi por la duda, les anuncio que por lo visto, "los sayones" son los malos de la película o al menos parte de los malos, según la nomenclatura de la época.

Y hablando de esta Semana de Pasión, la que viene se presenta más apasionante que ninguna. Pues hete aquí que el Papa de Roma y Sumo Pontífice de la Iglesia Católica está condenando la guerra contra el pueblo iraquí sin paliativos.

Resulta a su vez que según las leyes de esa Iglesia, el Papa es el representante de Cristo o de Dios en la Tierra y su voz.

Únase a eso que se acerca la Semana por excelencia de la feligresía creyente de esa religión.

Que encima la Semana Santa de Zamora tiene un gran éxito porque por aquí se la creen más (son mejores creyentes) en el sentido de no convertir del todo la liturgia en Feria de Primavera.

Añádase al coctel que por mucho que la susodicha semana la monte una Junta Pro-Semana Santa, estamos ante un fenómeno que se basa en la Fe cristiana y católica.

A todo ello recuerden el pipermín que se añade a la bebida si recordamos que en Zamora las instituciones suelen enviar a sus representantes políticos a presidir, tras el paso de turno, todas las procesiones que pueden y así darse el pote.

(Me decía con guasa un muy enterado, que no se les podía prohibir ir por si dejaban de dar subvenciones para el evento).

La mezcla explosiva se ve venir ¿no? En efecto, encima, todas esas instituciones están mandadas por el único partido que ha dicho “Si a la guerra”, en España.

Menudo panorama. He suspendido mis vacaciones en Honolulú para no perdérmelo.

¿Qué van a hacer los del Partido Gobernante? ¿Pasarán la pelota a los del Primer Partido de la Oposición por eso de que piensan que lo mismo sirven para un roto que para un descosido? ¿Se va a arriesgar el Alcalde a perder las municipales por no ir a pedir silencio al pueblo, cuando más necesita que se calle? ¿O será el Obispo quien mande callar al mandatario irrumpiendo en el templo a zurriagazos, como Cristo, para expulsar de él a los mercaderes que justifican los bombardeos porque está subiendo la bolsa, bajando el petróleo, y los huérfanos que sobrevivan en Irak podrán disfrutar de la democracia?

Es curioso que los fundamentalismos estén mal vistos. Curioso y necesario. 

Se debe de impedir que nadie se crea del todo sus ideas, que eso es un fundamentalista, para así poder manejarle al antojo del que manda según convenga.

Pero, entre nosotros, si uno no puede ser fundamentalista de sus creencias ¿para que las tiene?

Empiezo ahora, meditando sobre todos estos asuntos, a entender un poco quienes eran los sayones, y los sepulcros blanqueados y los que contestan a eso de que "hay que poner la otra mejilla" con lo de que "a Dios lo que es de Dios y al Cesar lo que es del Cesar". sin caer en la cuenta de que al Cesar no se le ha perdido nada en ninguna procesión.

Salvo que el Cesar, como es sabido, utilice la religión para su beneficio.

"Señor, perdónales que no saben lo que hacen".

Si de verdad creen en algo, más les vale ir descalzos y con esas mujericas, acabada la procesión, y que siempre vimos como el llamado pueblo llano.

Tan llano que hubo años que las prohibieron porque afeaban la estética.

¡Ay la censura!

FRANCISCO MOLINA. La Opinión de Zamora. Imperecedero