MATEMOS A PADRE
Hubo en España una
revista de humor llamada “La Codorniz”. Uno de sus directores, Álvaro de la
Iglesia, escribió algunos libros vitriólicos. En uno de ellos, tal vez el
titulado “Un náufrago en la sopa”, decía más o menos: “Que lo único que puede
aliviar la muerte de un padre es la herencia que deja”. O sea, que a más
herencia es menos irreparable la lamentable pérdida.
Bueno, pues en la
política zamorana parece que ha cundido esta enseñanza, y nuestros conspicuos
dirigentes parecen regirse por el lema: “Si nos compensa, tragamos”.
Es decir la
aberración consiste en tomarse al pie de la letra lo de que la herencia
compensa y, ya sólo se quiere una cosa: heredar.
Y esto es tan así
que salen tan orgullosos de las conversaciones
negociadoras diciendo que han conseguido esto, y lo otro y lo de más allá.
Como si la herencia, es decir las compensaciones, no cayeran por su propio
peso.
Cojamos el rábano
por el rábano de los últimos acontecimientos: Una empresa decide cerrar una
fábrica que es negocio para ella y vida para la comarca, y nuestros políticos
más afamados enseguida “reclaman compensaciones”. Azucarera de Benavente,
descanse en paz.
Otra, en vez de
cerrar abre, y decide que quiere hacer una presa para producir electricidad en
verano y sólo en verano, haciendo desaparecer el entorno paisajístico en todas
las estaciones del año. Pues bien, las autoridades con mando en plaza enseguida
arriman su sillón al de los sesudos magnates e inician negociaciones buscando
compensaciones. Zona de Piélago y Puente Quintos, descasen en paz.
Qué placer oír a
Agustín García Calvo decir lo prohibido por el pensamiento único. Que la
administración y las grandes empresas son las dos caras de la misma moneda. Que
cuando no se quiere algo hay que decir hasta el final que no se quiere. Que no
hay que sentarse a negociar porque eso es rendirse. Que las compensaciones
siempre las van dar porque son parte del negocio.
Pues claro. Si eres
un hijo normal debes insistir en que no se muera tu padre, y debes de saber que
pensar en la herencia como compensación, sólo significa que tú ya estás, en eso
y en todo, derrotado.
Lo que Iberdrola les
va a dar a los de Granja de Moreruela, o sea a toda Zamora (carreterita,
placita, piscinita y traslado de aceñas) lo iba a hacer sin pedírselo porque
para ella es un chollo. Para empezar ese tipo de obras que son un bien público suponen para ellos menos
impuestos ya que tienen desgravaciones en estas inversiones por su generosidad.
Pero es más, esas obras se las encargan a empresas que son hermanas de Iberdrola ya que los padres de la
hidroeléctrica son un banco y una banca, que entre otros hijos tiene
constructoras, cementeras, chapapoteras, etc.…
Negociar es de
colaboracionistas pues cuando el asunto se pone feo las empresas dan, hasta sin
negociar, todo lo que ya habían metido en el debe de la obra.
Por tanto la
negociación consiste para ellas en ver cuánto se ahorran de lo que daban por
coste añadido.
Fíjense en lo
chocante que resulta que Iberdrola no quiera soltar un duro sobre el Puente de Manzanal.
¿Por qué? Porque esas compensaciones para ellos ya caducaron hace décadas en la
cuenta de resultados. Es decir, en Manzanal cerraron balance hace tiempo. Por eso ahí hay que pedir un
puente nuevo, y si tiene que ser más caro porque no se vacía el embalse por egoísmo
de la empresa, que paguen ellos la diferencia entre el puente hecho con el
embalse vacio y el hecho con el embalse sin vaciar.
Similar análisis se
puede hacer de Ebro-Puleva. Qué mala leche la suya: Resulta que dicen que
cierran en Benavente porque quieren ser competitivos y que aún así siguen produciendo
el kilo de azúcar al doble que en el mercado internacional. Pero ¿cómo es posible
poder vender más caro? Porque les protege, a ellos, a la empresa, el Estado: pues
eso mismo es lo que se quiere para una zona (Benavente) que entre que se muere
y la matamos, y la dejamos morir, necesita protección especial por parte de las
Administraciones, y que dejen de compensarnos por cada puñalada trasera que nos
asesten.
Porque por el camino
que hemos emprendido de la rendición con compensaciones, cuando vengan para
ponernos un Cementerio Nuclear ya me lo veo venir: Nos dirán nuestros próceres:
Matemos a padre.
Paco
Molina
Zamora
año 2000 y poco pico
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