Diario
Secreto de una Lucha. Capítulo 2
En realidad el movimiento 15-M, consciente o inconscientemente,
trató de emular a los de la plaza de San Wenceslao (PRAGA).
De hecho de eso me he dado cuento aún hoy. Pero
fijémonos; el 15-M permanecía acampado y convocaba a acudir a sus debates
ciertos días a cierta ahora.
Tal vez por ser su fin otro, o por ser el medio de
conseguirlo algo que exigía gran desgaste, ese “crecimiento continuo” no lo
logró (aunque si mover el mundo).
Hasta que llegó aquello de “rodea el congreso”: la
enorme concentración en la plaza de Neptuno y alrededores del Congreso de los
Diputados de España (las Cortes), en Madrid.
El suceso era tan fuerte que era placer de dioses
ver desgañitarse a los tertulianos pagados por la derecha, acusando el acto de
golpe de estado, de antidemocráticos, de esto, lo otro y lo de más allá.
Fue un éxito como mensaje e hito en la lucha. Trataron
de seguir repitiéndolo algún otro día, pero resultó imposible; aquello suponía
un gigantesco esfuerzo para muchísima gente, que encima estaba obligada a
ser cada vez más.
Y ahí me vino la idea. Si lo que hacían era rodear las Cortes de
España acusándolas de no democráticas (cosa cierta, por cierto), y si la lucha
de los jerifaltes de la policía y del Gobierno era evitar esa imagen ofensiva,
¿Por qué no hacerlo de manera que no suponga gran esfuerzo y sin embargo
pudiera tener un gran impacto mediático?
¿Por qué no lo hacían simplemente con papel
higiénico? Rodear el Congreso con papel higiénico. Sería útil para difundir el
mensaje, el rodear en Congreso por las calles adyacentes con papel higiénico
como símbolo de que todo está siendo una mierda.
La medida sería tan temida por el Gobierno que
seguro que el acto no podría realizarse por el primer cinturón de calles; y ahí
estaría la segunda parte de la lucha. Que hubiera gente suficiente para
rodearlo por el segundo cinturón de calles adyacentes. O el tercero. Y así
sucesivamente.
Eso exigiría mucha gente pero no tantísima como la
concentración pura. Y esa tarea, ese juego, podría mantenerse todos los mismos
días de la semana, durante todo el año.
La gente se animaría e iría cada vez más, al ser
casi como un juego del ratón contra el gato. El desgaste para el Poder sería
grande, púes la burla tiene un poder disolvente mayor de lo que sospechan los
“seriecitos”.
Pero yo no estoy por las alturas y no pude exponer
la idea ante ningún grupo dirigente de estas movidas.
Pensé pues en Zamora y a ver si la idea se
contagiaba. Bastaba con esperar el momento de exponerla, …y el lugar.
Zamora-16 de Marzo del 2013
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