miércoles, 4 de marzo de 2020

EL PENSAMIENTO ÚNICO Y LA CIENCIA


EL PENSAMIENTO ÚNICO Y LA CIENCIA

Me quedé alucinado viendo el siguiente documental televisivo.

Una bióloga había reparado en que dos pulpos machos estaban "haciendo el amor" entre sí.

Como los científicos son gente limpia de mente, llaman sexo a lo que tiene que ver con la reproducción, y no lo confunden con el placer ni por asomo.

De tal forma que para ellos es tan sexual el grano de polen que lleva la abeja de una flor a otra sin saberlo, dando pie a una procreación, como el más salvaje acto X de los humanos.

Y dícese esto para que se entienda mejor lo que viene.

Asombrada la científica de lo que estaban haciendo la pareja de pulpos machos, trató de buscar una explicación, e investigó a ver si se trataba del "efecto-internado" (es decir que estás en celo y no encuentras a alguien del otro sexo, y entonces echas mano del primero que pescas), pero resultó que no iban por ahí los tiros.

 Investigó luego si podría tratarse de una cuestión que estuviera cubriendo una “función social" (por ejemplo la que cumple un rey en una monarquía, donde, aunque todos sabemos que somos iguales, "nos hacemos los tontos", como si el Rey fuera superior.

Bueno pues ese hacerse los tontos de los humanos es cumplir una función social, según los que saben.

Pero ni por asomo cumplían los dos pulpos machos, haciendo lo que hacían, ninguna función social.

Intrigada, como cualquier buen científico, la bióloga buscó a ver si en alguna otra especie de animales se daba algo parecido.

Y descubrió que sí. Que en muchas, a veces los machos se daban un julepe de padre y muy señor mío con otro padre.

Y lo mas intrigante, tampoco en esos nuevos casos cumplían ninguna función social, ni tenía el asunto que ver con la reproducción.

Estudió, estudió y estudió y, llegó a la conclusión de que lo hacían porque les daba placer, “lo hacían por placer”.

Y ahora viene lo más llamativo del documental. Dijo la voz que lo explicaba: 
Que sin embargo la doctora no iba a presentar sus conclusiones ( lo de que lo hacían por placer) porque esa conclusión no iba a ser aceptada como buena por la comunidad científica  (o sea por los sabios).

Así es señores como se configura el pensamiento único, con mentiras y miedo.

No es la gente sencilla sólo la que tiene miedo, también en el mundo del saber, donde la libertad podría pensarse e imaginarse sin límite, hay miedo, sobre todo si el saber es oficial.

Por lo que se ve hay miles de Galileos en el mundo que tienen que decir de la tierra, "y sin embargo se mueve".

En consecuencia, rompamos la baraja y digamos de una vez que no existe el instinto de reproducción de la especie (dado que ésta no existe como individuo animal con instintos).

Y lo que si existe es el instinto del goce sexual, lo que unido a que los órganos de reproducción y los de placer están juntos hacen que las especies pues se perpetúen si saber los que hacen (las animales) y durante miles de años, la Humana.

Paco Molina. Zamora. 4 de Marzo del 2020

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