jueves, 22 de septiembre de 2011

La recompensa por trabajar debe ser el placer


El salario por trabajar es el placer sexual

Si la lucha por la supervivencia supone tener que trabajar; también es cierto que luego, en el instinto de placer, una vez colmado, está la recompensa o premio por ese trabajo. Entonces, por la misma regla de tres invertida, resulta evidente que si se anula o atrofia el Placer, resulta más fácil que la maquinaria de cada persona sea más débil para aceptar morir por esto, lo otro o lo de más allá, cuando así se lo pida quien manda.

Por si se entiende mejor, sirva este ejemplo; de la misma manera que le resulta más llevadero ir al paro a quien le están pagando una miseria en el trabajo, por lo mismo le resultará más fácil aceptar la muerte si previamente le han podado el mayor placer de los que existen.

Del libro LA ESTAFA SEXUAL  de Paco Molina.

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