jueves, 26 de diciembre de 2019

ECONOMÍA PARA ADULTOS.


ECONOMÍA  PARA  ADULTOS.

Para analizar un problema social-político-económico les recomiendo que imaginen cómo lo habrían resuelto nuestros antepasados en lo que llamaremos “la tribu comunista”.

No se me asusten. Llamamos “tribu comunista” a aquella organización de un grupo de personas en que (recién descendidos del mono) los recién evolucionados  a  homo sapiens, deciden vivir unidos para resolver los 2 problemas que tienen todos en común (el deseo de vivir lo más posible y el deseo de disfrutar del deseo).

Se trata por lo tanto de una tribu en que tienen todo en común, los fines y los medios, de ahí que la bauticemos como “común ista”.

Pues bien, empecemos hoy  a usar ese laboratorio para entender el endiablado problema del trabajo y el por qué no hay trabajo para todos.

Imaginemos una tribu de 100 personas y de un número de miembros constante (es decir, que si muere 1 nace 1).

Para simplificar supongamos que ya tienen construidas las infraestructuras (casas, regadíos, etc.) y que para subsistir necesitan realizar unas tareas diarias que exigen el trabajo de 60 elementos de esa tribu (a razón de 8 horas al día).

Las otras 40 personas damos por hecho que no tendrían que trabajar, o por ser de poca edad, o de mucha edad o por estar enfermas.

 (Por cierto, damos por hecho que todo el mundo entiende que estas 40 personas improductivas, vivirían igual de bien que los 60 trabajadores; y ello por sentido común, ya que los 60 trabajadores seguro que pasaron o pasarán, por circunstancias vitales que les hizo improductivos. Fueron pequeños, serán viejos, y tendrán enfermedades) .

Imaginemos ahora que los 60 trabajadores activos generan una riqueza diaria de 240 unidades.

De repente inventan la rueda (una máquina) con lo que el trabajo diario se hace más fácil (ahora el transportar las cosas es más sencillo).

Esto supone que si antes 60 personas, trabajando 8 horas diarias, producían una riqueza de 240 unidades, ahora, gracias a la rueda, pueden, o bien crear el doble de riqueza (480 unidades) sin cambiar nada, o bien crear la misma riqueza de antes (240 unidades) trabajando la mitad de personas (30), o trabajando las 60 la mitad del tiempo (4 horas).

Naturalmente el invento de la rueda (o de cualquier otra máquina) supone una gran alegría para la tribu, porque van a conseguir los mismos bienes (la misma riqueza) trabajando menos tiempo.

Sí, porque en la tribu comunista “trabajar  era un deber”. Nada de un derecho por el que hay que luchar, y si un deber que hay que cumplir a la fuerza (Nadie podrá escaquearse de esa obligación, salvo que sea muy menor, o muy mayor, o esté enfermo).

Y así, con ese sistema, todos, todos los de la tribu vivían bien, y a cada invento, vivían mejor (porque obtenían más riqueza trabajando menos).

Pero entonces ¿Por qué en la actualidad las cosas no son así; por qué hay gente que no tiene trabajo y por lo tanto no puede conseguir dinero para vivir?.

Porque una vez que  se instaura la propiedad privada (la 1ª de ellas la mujer al pasar a ser de “su” hombre) y la acumulación de ésta, mediante la acumulación del dinero, las cosas funciona así (de mal):

¿Recuerdan que en la tribu comunista tenían que trabajar 60 personas a razón de 8 horas para producir 240 unidades de riqueza al día?.

Pues bien, supongan ahora que en la nueva tribu (¿capitalista?) las “fábricas” (las empresas) capaces de producir esos bienes (240) son únicamente 3, que pertenecen a 3 miembros de la tribu (que por cierto, no trabajan porque son ricos).

Y supongamos que cada empresa o fábrica, cuenta con 20 empleados.
Entonces, cuando se inventa la rueda, como los 3 empresarios obtienen las 240 unidades de riqueza en mitad de tiempo, despedirán a la mitad de los trabajadores ya que no los necesitan.

En consecuencia, en la tribu capitalista, 30 trabajadores van al paro (y por tanto no van a tener dinero, ni bienes para vivir).

Y lo peor, los poderosos de la tribu (los 3 empresarios ricos) van a querer que esos 30 despedidos sigan en paro, porque así podrán pagarles menos a los 30 que aún trabajan (que aceptarán cualquier cosa con tal de no ir al paro).

¿Entendido? Pues muy bien, recuerde usted que ahora lo que viene no es el invento de la rueda, es la robótica, los robots, los humanoides, que mandarán al paro incluso a las clases medias.

Prepararos.

Paco Molina. Zamora. 26 de Diciembre del 2019.




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