El porno en
vivo no lo es
No se cita la
participación en espectáculos pornográficos en vivo, en calidad de
espectadores, como algo que tenga que ver con las fantasías, porque se entiende
que la presencia física, aunque sea condicionada, ya es un acto sexual activo
en sí, por más que te limites sólo a mirar, que no en vano lo que ves es verdad
y exclusivo del momento en que se produce.
Pero a medida
que todo esto de la represión sádica de las fantasías se resquebrajaba por
imparable, una de las fisuras que presentó la prohibición de pensar obligó a
cambiar el rumbo de las cosas.
Sí, porque la gente, en lo emocional es como en
lo material, al principio se pliega, se acompleja, traga lo que le echen,
destruye la propia estima; pero si les acucias, como si pagas cada vez menos a
los obreros, llega un instante en que se sublevan desesperados e iluminados,
porque el exceso de represión hace evidente y visible ésta.
(De hecho el
buen gobierno consiste en ocultar las cadenas, de manera que el preso se crea
libre).
Del libro LA ESTAFA SEXUAL, de Paco Molina, que busca editorial desesperadamente.
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