Lo fantástico
de las fantasías.
Ahora el tema
de las fantasías ha dado un vuelco impresionante y ha pasado de ser una
perversión a ser un antídoto contra todo mal (eso sí para salvar el orden
imperante).
¿Que tienes
fantasías? (te dicen ahora, hasta desde el saber medicinal).
“No te
preocupes, eres normal, todos tenemos”.
¿Que te
sientes inquieto?, “Proyéctate una fantasía y mastúrbate”.
Aquí se
oculta que las fantasías pro-masturbación, con ser buenísimas, producen un poso
de ansiedad; porque piensas, "qué pena que no haya alguien ahora
por ahí con los mismos deseos".
¡Cuándo sí lo
hay!.
Pero así,
masturbado, que es lo que te permiten y propician, dejarás de dar la lata
sexual durante un rato.
Están
fabricando el homo-masturbator, para que no se desborden las riadas del
deseo y acaben arrasando los diques de la represión.
¿Que estás
emparejado y aparecen las fantasías en plena faena?
“Tranquil@
eso ocurre (qué listos son) y no debe asustarte; déjate llevar y goza, y si lo
ves prudente juega a compartir las
fantasías con tu pareja (pero, ojo, con tiento)”.
¿Que ya
compartes las fantasías? Pues muy bien, “pero
no os arriesguéis a llevarlas a la práctica, no vaya a ser que vuestro
equilibrio emocional se rompa y acabéis con vuestra buena sintonía y avanzado
amor, etc, etc, etc”.
Pero ¡qué se
os puede contar a vosotros de todo esto si lo sabéis de sobra, porque devoráis
todos los programas, todas las revistas y todas las cuestiones sobre
problemática sexual, para ver si encontráis sosiego y fórmula que resuelva algo
que da la impresión que aún no está bien resuelto, a pesar de lo amable que
es la suegra, o campechano que es el suegro, lo amenos que son los cuñados,
lo maravillosos que los hijos y lo
divino que el cónyuge!.
Las fantasías
sexuales son como la lava que indica el grado de erupción de un volcán, su grado de ebullición o quemadura.
Si todos las
tenemos es que todos somos volcanes.
Cuando menos,
apagados,
y cuando más, a punto de erupciones funestas para el orden establecido.
Y si todos
somos volcanes es que no somos libres.
Por tanto, la
libertad que hay que buscar es ésta.
No vale
conformarse con que nos dejen (qué generosos) tener fantasías. ¡Faltaría más!.
Y ¿por qué
no se han de poder realizar casi todas de las fantasías? ¿a santo de qué?
No hay comentarios:
Publicar un comentario