No existen ni
la eyaculación precoz, ni las mujeres tortuga.
Dentro de
esta desproporción de los tiempos tenemos, en
los extremos, dos tipos de personas acomplejadas a más no poder (con visitas
médicas de por medio).
Los de la presunta eyaculación precoz (que encima nos
dicen que es más numerosa de lo que se piensa, pero que se cura) y las del orgasmo
tortuga (que así podríamos designar a aquellas mujeres que son
especialmente tardías para correrse, por lo que viven también su cruz, sobre
todo cuando se comparan con las de orgasmo fácil o las del multiorgasmo, ya que
se creen imperfectas).
Del libro LAS ESTAFA SEXUAL de Paco Molina, que busca editorial desesperadamente.
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