jueves, 1 de septiembre de 2016

Por el humo se sabe dónde está el fuego.


Por el humo se sabe dónde está el fuego.

No existe el instinto de reproducción; el que existe es el de búsqueda de placer. 

¿Cree alguien que si el placer de los placeres se obtuviera frotando el lóbulo de la oreja habría nacido un sólo mono-sapiens? Ni por asomo.

Por tanto, hay que aceptar que es la proximidad de zonas de placer con zonas de reproducción, lo que hizo que, sin darnos cuenta, tuviéramos hijos sin parar.

Aunque, preguntarán los escépticos: “¿Por qué se siguieron y se siguen teniendo descendientes ahora que ya se sabe que placer va por un lado y fecundación por otro?” 

Pues se siguió y se sigue por razones culturales. Ahí, en ese momento, ya estaba el poder instalado e interesado en tener súbditos que trabajen para él, guerreen para él y consuman para él.

Acaso, los más civilizados responderán, a la pregunta de por qué se tienen hijos aún, con que “hay quienes los quieren tener para realizarse”. 

Mas ¿qué es eso? ¿no es lo de realizarse un concepto cultural donde los haya?.

Y, aceptando ese extraño instinto. ¿Por qué no nos realizamos también con la promiscuidad, las caricias sin fin y sin trabas y el juego sexual ¡libre de verdad!?

Respuesta: ¡Porque la civilización del Pensamiento Único lo prohíbe... tras libre y propia elección contra nosotros mismos .... Pero si, hasta las madres de clítoris amputado llevan a sus niñas a que les hagan ablación de su diminuto órgano ¡voluntariamente!.

Y que no se presuma en el presunto mundo libre, pues en él ocurre lo mismo pero sin cirugía: Con castración mental y lavado de cerebro. Porque ¿qué otra cosa se pretende con la exaltación de la Madre de Dios, como figura ejemplar, en cuanto que  nada menos que la eligió  para ser su madre ¡VIRGEN!?.

(((Por cierto, dicen que Dios eligió una progenitora virgen para su hijo. 

Pero ¿podría haberla escogido puta? Evidentemente no. No podía elegir eso, luego no era libre, ni todopoderoso, pues no pudo hacer otra cosa que la que hizo. 

Por tanto esa es otra evidencia de que no hay Dios. Fue el propio hombre quien inventó la leyenda que interesaba al machismo))).


Del libro LA ESTAFA SEXUAL de Paco Molina, que busca editorial desesperadamente. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario