La ley fundamental de la naturaleza.
En definitiva, estudiado el individuo, la Ley que descubrimos es que para él, seguir vivo es clave, y sentir y disfrutar el mayor placer que existe, el sexual, es esencial.
Esta Ley es la Ley que rige para cada uno y todos los miembros de la especie.
Eso es lo que todos y todas tenemos en común.
Experimento con toda la especie humana
Veremos ahora que al juntar a infinidad de individuos con instintos comunes vivirán mejor que aislados, ya que esos instintos comunes hacen que todos, en conjunto, tengan, no ya sólo instintos comunes, sino también y por tanto, intereses en común.
Y veríamos que esos intereses en común («quiero vivir, quiero placer») hacen a esos individuos “sociables y sociales... por naturaleza”.
Sí, porque juntos se defienden mejor contra lo que pone en peligro su vida.
Y juntos se pueden dar mayor y mayores placeres.
Y juntos se pueden dar mayor y mayores placeres.
Y lo que no veremos es que tuvieran en común ninguna otra cosa.
Ni a todos les gustaría la opera, por más que se les obligara. Ni las fresas. Y ni siquiera les gustaría la presunta necesidad de que existiera un Dios, dando la tabarra con leyes que no las
Ni a todos les gustaría la opera, por más que se les obligara. Ni las fresas. Y ni siquiera les gustaría la presunta necesidad de que existiera un Dios, dando la tabarra con leyes que no las
cumple ni Dios.
Estos dos instintos («quiero vivir, quiero placer») son los determinantes de la vida social, de la vida en sociedad.
Del libro LA ESTAFA SEXUAL de Paco Molina
Del libro LA ESTAFA SEXUAL de Paco Molina
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