Horizonte político.
Esa lucha supone, respecto al problema de la supervivencia:* Dar enseñanzas a todos, ya que, cuanto mayor sea el saber del conjunto, tanto más probable es que se inventen cosas que nos ayuden a vivir más confortablemente y mejor protegidos.
*Extender los Hospitales, y el número de médicos y sanitarios, en tal número, que nadie muera por falta de atención o de dinero para pagarse la mejor atención.
*Construir viviendas sin parar o parando solo cuando sean suficientes.
*Potenciar la producción natural de alimentos y energía, de forma tal que todo el mundo tenga para comer, al tiempo que está a resguardo de las inclemencias de la Naturaleza.
Para conseguir y llevar a cabo estas cuatro tareas básicas se dedicaría a ello toda la Humanidad sana.
Ese trabajo se traduciría en horas, dividiendo después el tiempo
Ese trabajo se traduciría en horas, dividiendo después el tiempo
necesario para cumplir esos objetivos entre todas las personas disponibles, y conocer cual sería la jornada necesaria de trabajo.
El trabajo sería un deber; digno y soportable, pues haciendo sólo cosas útiles no se tendría que trabajar en exceso.
Esto no supondría que en el tiempo libre cada persona, por su cuenta y riesgo, no pudiera hacer lo que le pareciese oportuno. Pero la clave está, como bien se percibe, en que todos dispondrían de lo imprescindible y con calidad garantizada.
En este orden de cosas, la competitividad se transformaría en solidaridad. Y cuando alguien no pudiese cumplir con su
mínimo imprescindible, por enfermedad o cualquier otra causa, los vecinos cubrirían su trabajo.
Del libro LA ESTAFA SEXUAL de Paco Molina
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