jueves, 28 de noviembre de 2013

CHANTAJE Y RENDICIÓN (o el miedo como elemento de orden)


                                               CHANTAJE  Y  RENDICIÓN

--Peromato, coge un euro y míralo.

-Ya está.

-¿Tiene cara y cruz?

-Pues claro.

-Entonces ¿tienes dos euros porque tiene dos cosas ese euro o tienes un sólo euro?

-Me tomas por tonto; aunque la moneda tenga dos lados es una sola moneda como todo el mundo sabe. Pero ¿a qué viene esto?

-Viene a cuento de la acusación que hace la oposición de derechas al Gobierno de estar aceptando el chantaje de ETA y rindiéndose; porque parece que le acusa de dos cosas distintas cuando sólo le acusa de una, de rendirse.

-¿Quieres decir que cuando dicen que el Gobierno se rinde a ETA, o que acepta su chantaje, se están cargando las tintas dialécticas porque en el fondo el pecado sólo es uno y no dos?

-Eso quiero decir, pero además quiero ver si eres capaz de caer en un asunto ¿tu no te has dado cuenta de que esto que suena tan feo, chantaje y rendición, son dos caras de la misma moneda, la moneda que llamamos civilización?

-Vamos, vamos, Gobierna ¿cómo dos cosas tan repudiables pueden ser la cuna de esta sociedad nuestra tan perfecta, que con que todos fuéramos ricos ya seríamos felices? A ti te ha dado un golpe de viento y no carburas.

-Observa amigo. Fíjate en eso que llaman la “paz social”, se mantiene gracias a que los obreros y los sindicatos aceptan el chantaje y se rinden. Ejemplo uno: Miles de trabajadores curran dos, tres y hasta cuatro horas más que las que luego les pagan; y sin embargo tragan ¿por qué? Porque si no se quedan sin empleo, es decir, chantajeados por la amenaza de despido  se rinden y siguen trabajando 10 horas y cobrando 8.

-Pues tienes razón, y entonces el ejemplo número dos te lo puedo poner yo a ti; miles de trabajadores, cuando van a cobrar la jubilación descubren que les toca menos que los años trabajados porque alguno de sus patronos no cotizó a la Seguridad Social robando así al obrero.

-Exacto, y entonces lo lógico es que el estafado buscara al impostor y le diera su merecido, pero no lo hace porque el Estado le chantajea con la siguiente amenaza, “si te tomas la justicia por tu mano te la cargas” .

-Y claro, el que vive por cuenta ajena se rinde ante ese chantaje y traga. Curioso, curioso, curioso; pues no había caído.

-Y puedes seguir Peromato; toda la civilización –o sea, el orden imperante- está basada en la ley del chantaje y la rendición. Fíjate nada menos que en el Dios de los que dicen que hay Dios. Caray con él. Te somete a un chantaje cruel: si te deslizas por la corriente del, pongamos por caso, el sexo, vas al infierno.

-Pues yo ese chantaje lo acepto todos los días y por eso no me como una rosca, aunque ya me desquitaré en el cielo que allí debe ser la de Dios.

-Y la vida conyugal; ahí el pan nuestro del chantaje y la rendición es el pan nuestro de cada día.

-Te refieres al rollo ese de la fidelidad y demás.

-Claro, y hablando de fidelidad ¿no te das cuenta que es muy peligroso que un partido de orden como el PP predique que no se debe caer en el chantaje y rendirse, porque si la gente se lo toma al pie de la letra esto sería el caos?

-Es verdad, porque además lo típico de las personas de orden es rendirse al chantaje, a diferencia de los delincuentes que no s e rinden.

-Tú lo has dicho, un terrorista, ante el chantaje de meterlo en la cárcel que le hace el estado, decide no rendirse y matar, dándole igual el final de la película, y eso es por no aceptar el sentido común. Más vale rendirse a tiempo que morir temprano, o sea no a la guerra.                                                            FRANCISCO   MOLINA

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