¿Cómo destruir esta maldición infernal? Sólo hay una manera,
tratando de crear otros reflejos condicionados, pero estos a favor de los que,
a partir de principios de solidaridad y
de las ideas de Marx, tratan de mejorar las condiciones de los que peor viven.
Ahora bien, los reflejos condicionados a favor del comunismo
¿cómo se pueden crear si no existen medios de comunicación propios que repitan
un mensaje positivo tantas veces que llegue a calar, que llegue a penetrar en
el sistema mental de la persona?.
Ese es el problema, pues hay que recordar que los reflejos
condicionados se crean por repetición una y otra vez (la
comida y el sonido de la campanilla deben aparecer juntos para el perro un
determinado número de veces, número que depende del carácter somático del
individuo). Es la repetición la que hace que queden casados, por ejemplo,
términos como con sensación de frescor y cuerpos semidesnudos.
Otra de las ideas de Marx, y que está lógicamente entre los principios
del marxismo, dice que todo lo que existe proviene o se desarrolla como unidad (unión)
de dos contrarios. Pues bien, ese concepto puede ayudar a buscar la salida al problema
de no contar con medios de comunicación favorables y suficientes como para poder
cambiar la imagen que se tiene del comunismo; se trata de escarbar para ello, para
buscar la salida al problema, en la unidad de los contrarios hasta encontrar en
la contradicción la parte favorable al caso.
Y lo favorable, hoy día, está en que, precisamente no se cuenta
con esos medios de mediatización. Si se
contara con ellos alguien podría tener la tentación de razonar así: .
Sería un error, la primera gran batalla comunista, hoy, debe
consistir en cambiar el concepto que se tiene de nosotros, basándose, sólo y exclusivamente,
en la verdad. Llevará más tiempo, será más duro, si, pero también más hermoso y
más revolucionario.
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