Queremos una Caribeade

                                               CARIBEADE

-Estuve en el cumpleaños de “Bajo Duero”. Esos que cantan y bailan cosas de aquí y de siempre. Como “hacían” 25 años ofrecieron gratis una mini-europeade, con folclore de Portugal,  Cantabria, Croacia y Finlandia. Fantástico tía- Le dijo la célebre veleta Pero Mato a la otra no menos conocida, de nombre popular, la Gobierna.

-Al pueblo le va la marcha. Por eso, todo lo que sea bailar, cantar y reír le atrae casi obsesivamente. Fíjate, amigo Mato, que, con lo que el Flautista de Hamelín, se llevaba a los niños, y hasta a las ratas, de calle, era con música.

-Si, e incluso se dice que la música “amansa a las fieras”.

-Siempre que no sean humanas, las fieras; ni las músicas, marchas militares.

-Pues no se que quieres que te diga. Porque fíjate. Hasta una marcha militar, en cuanto que es música, confirma que arrastra a las gentes, incluso llevándolas a la muerte; propia o ajena.

-Tienes razón Pero Mato. También la música militar demuestra la magia de la música para trastornar el cuerpo. Para comprobarlo mejor, mira el “rigatón”

-La misma Zamora se quedó ensimismada con aquello que llamaron la Europeade, con. Música y bailes de toda Europa, en cualquier calle, en cualquier esquina, sorprendiéndote y alegrándote.

-Como que se comenta que a los que ahora gobiernan en la Casa de las Panaderas, vulgo Ayuntamiento, no los salva ni la Europeade que han conseguido para el 2006.

-No está mal la frase. Pero mira, aprovechando tu guasa, te digo una cosa. En la próxima legislatura, los otros, que nos traigan una Caribeade; puede ser la locura.

-Te refieres a que traigan en vez de 6000 músicos y bailarines de todo nuestro continente, a 600 del Caribe.

-Me conformo con 60. Mira, si toda la música seduce, la de ese zona, cautiva, ata, retiene, y al tiempo, libera, alegra, da vida.

-Eso cuentan quienes por allí han estado. Que uno de los atractivos de por ahí es su música.

-Fíjate en esa que llamaste “rigatón” o reggaetón. Te imaginas convertir Zamora en un Malecón gigante.

-¿El famoso Malecón de Cuba?

-El mismo. Mira allí, frente a él, está un Faro, y una veleta, que llaman el Morro. Creo que es por la cara que se le quedo de no estar en el propio Malecón.

- Pero en el Caribe no sólo está Cuba.

-No. Hay muchos países, pero yo te recomiendo Cuba. La Habana. Bonita por el paisaje, interesante por sus edificios y monumentos, sugerente por sus rincones de leyenda, sorprendente por el estado de ruina de muchas de sus casas que aún así están todas habitadas porque cada familia es dueña de la suya. Y luego, la vida. Todo el mundo y a todas horas en la calle. Como aquí en Semana Santa, pero allí en un perpetuo Año Cachondeo.

-¿Lo dices por las jineteras y los centauros?

-¿Llamas centauros a los negrazos que se traen nuestras artistas? No mira. Cuando de Cuba se habla de turismo sexual, no está claro si se hace para favorecer o no la afluencia de visitantes. Sólo te digo que allí, puedes salir de día y de noche, sólo o acompañado, seas hombre o mujer. Lo que no puedes hacer en el resto del continente, y encima barato

-Pero, si pagas, ¿ligas?

-Mira. Allí no hay “circuitos turísticos de prostitución”. Si alguien lo hace “por la familia”, digamos que va de autónomo. No es esa la cuestión; ocurre que en esos mares la sangre hierve a 69 grados.

FRANCISCO MOLINA

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