sábado, 2 de enero de 2016

ARREPENTIOS, TÍAS Y TÍOS

ARREPENTÍOS, TÍAS Y TÍOS

Me quedé alucinado viendo el siguiente documental televisivo.

Una bióloga había reparado en que dos pulpos machos estaban "haciendo el amor" entre sí.

Como los científicos son gente limpia de mente, llaman sexo a lo que tiene que ver con la reproducción, y no lo confunden con el placer ni por asomo.

De tal forma que para ellos es tan sexual el grano de polen que lleva la abeja de una flor a otra sin saberlo, dando pie a una procreación, como el más salvaje acto X de los humanos.

Y dícese esto para que se entienda mejor lo que viene.

Asombrada la científica de lo que estaban haciendo la pareja de pulpos machos, trató de buscar una explicación, e investigó a ver si se trataba del "efecto-internado" (es decir que estás en celo y no encuentras a alguien del otro sexo, y entonces echas mano del primero que pescas), pero resultó que no iban por ahí los tiros.

 Investigó luego si podría tratarse de una cuestión que estuviera cubriendo una “función social" (por ejemplo la que cumple un rey en una monarquía, donde, aunque todos sabemos que somos iguales, "nos hacemos los tontos", como si el Rey fuera superior.

Bueno pues ese hacerse los tontos de los humanos es cumplir una función social, según los que saben.

Pero ni por asomo cumplían los dos pulpos machos, haciendo lo que hacían, ninguna función social.

Intrigada, como cualquier buen científico, la bióloga buscó a ver si en alguna otra especie de animales se daba algo parecido.

Y descubrió que sí. Que en muchas, a veces los machos se daban un julepe de padre y muy señor mío con otro padre.

Y lo mas intrigante, tampoco en esos nuevos casos cumplían ninguna función social, ni tenía el asunto que ver con la reproducción.

Estudió, estudió y estudió y, llegó a la conclusión de que lo hacían porque les daba placer, “lo hacían por placer”.

Y ahora viene lo más llamativo del documental. Dijo la voz que lo explicaba: 

Que sin embargo la doctora no iba a presentar sus conclusiones ( lo de que lo hacían por placer) porque esa conclusión no iba a ser aceptada como buena por la comunidad científica  (o sea por los sabios).

Así es señores como se configura el pensamiento único, con mentiras y miedo.

No es la gente sencilla sólo la que tiene miedo, también en el mundo del saber, donde la libertad podría pensarse e imaginarse sin límite, hay miedo, sobre todo si el saber es oficial.

Por lo que se ve hay miles de Galileos en el mundo que tienen que decir de la tierra, "y sin embargo se mueve".

Se cuenta lo anterior no para hablar del cura que acaba de salir del armario aunque vendría al pelo, dado que toda religión por definición es represión sexual o sea carpintería de armarios varios.

No. Se cuenta por la destitución de Javier Iglesias como jefe de la Inspección de Trabajo.

Tal acto busca sobre todo meter miedo en el cuerpo (de los funcionarios de nivel alto) y de quienes pululen cerca de IU.

El Pensamiento Único predica claro, todos de Centro y si no al infierno.

Aunque también busca, esa destitución, enchufar a alguien (siendo eso lo que provoca que el cese se produzca a destiempo) y como han confirmado los acontecimientos.

Expulsarle por ser de IU y buscar colocar a la persona paniaguada del "delator", no son cosas incompatibles, y si todo lo contrario. Se complementan. Son dos caras de la misma moneda, la de la moneda de la discordia, las guerras y el hambre.

¿Qué sentido tiene arrebatar el poder o hacerse con él por parte de los injustos si no es para cometer injusticias?

De la guerra se ha oído contar que un vecino delataba al otro para ajusticiado éste quedarse aquél con las tierras del rojo.

La vida se vive sobre un barril de pólvora y cuando estalla, ejemplo Argentina, nos dicen que es por no haber cumplido las normas.


FRANCISCO MOLINA. La Opinión de Zamora. Comienzos del SXXI. Imperecedero

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