EL
CIRINEO SOCIAL
Desde siempre, el
paso que me gustó más de la Semana Santa fue ese, que creo llaman la Redención,
que sale en la de "las cinco de la mañana", y que consta de un Cristo
cargando la cruz, el cirineo que le ayuda, y una mujer, que es fuego puro, caída
en el suelo, con un cuerpo que sin duda no es el de ninguna de las Tres Marías.
Esa devoción por ese
paso se vio explicada en lo técnico, cuando en una entrevista al escultor
Flecha, al preguntarle por su opinión
sobre este grupo escultórico, éste experto, decía algo así como: "bueno es
que ese es el mejor".
Pero seguro que en la admiración mía no había
sólo instinto plástico sino que también había otro más afectivo.
De pequeño me
contaron que el cirineo era una persona que al ver subir a Cristo, caída tras caída
y sufriendo, decide ayudarle a llevar la cruz de una manera espontánea y
arriesgada, en la medida que la iniciativa es propia y que rompe el orden
establecido (el condenado, que sufra lo más posible).
Al parecer, ahora, más
documentados o viendo que yo no necesito mentiras piadosas, se dice que la
realidad fue otra.
Según esta nueva
versión fue la propia estructura del Poder, la que al ver que el condenado se
les moría por el camino, obligó al Cirineo a ayudarle a llevar la cruz.
De ser así, el
merito del Cirineo brilla por su ausencia.
Espero que nadie me
llegue a contar que hay una tercera versión, según la cual: Imperio Romano tenía
un servicio de cirineos que eran funcionarios del Estado, para ayudar a los
condenados, que eran muchos en la época, a llevar sus cruces cuando lo
necesitaran, para que murieran donde debían, en la Cruz.
Algo así como ahora,
que se vigila que los condenados a muerte no se suiciden antes de llegar a la
silla eléctrica.
Si esto fuese
cierto, el pobre cirineo, poquita cosa sería en lo social.
Pues en verdad, en
verdad os digo, que los distintos tipos de Cirineos pueden equipararse a los
distintos tipos de sindicalistas.
Porque, Cristo y la
cruz serían la clase obrera y sus problemas y el primer Cirineo, sería el tipo
de sindicalista (sindicato) que se la juega para ayudar al trabajador/a, ayudándole
a llevar la cruz, pero buscando el momento de romper la tradición de que haya
cristos y cruces.
El segundo modelo de
cirineo, el obligado por el Poder, sería ese tipo de sindicalista de transición,
que no se sabe si actúa por miedo al poder o por solidaridad con el crucificado,
pero que desde luego se sabe que no va a romper nunca un Vía Crucis.
Y el tercer tipo de cirineo, el funcionario
del Imperio, que si, que ayuda a llevar la cruz mucho mejor, que incluso da
cursos de formación a los Jesús de Galilea para que lleven las cruces con
salero.
Serían, este tipo de
sindicalistas, hacia el que nos quiere conducir el poder, que al final parece
querer que hasta haya Cristos, no se vaya a producir un despido masivo de
cirineos funcionariales.
Y al paso que vamos
puede llegarse a que el cirineo, el sindicalista, acabe siendo un funcionario
del Poder para que los Cristos duren lo justo para cerrar el ciclo productivo:
entrada triunfal al mundo del trabajo; tres caídas al paro, y crucifixión y
muerte de las pensiones.
Hacen falta cirineos
que armen la de Cristo es Dios, y a los otros. Señor, perdónales, que no saben
lo que hacen.
Francisco
Molina (Zamora). Domingo. 10 de mayo de 1998 . La Opinión - El Correo de Zamora
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