LA
BURLA
La tardanza del
Ministerio de Defensa en contestar a la solicitud de entrevista por parte del
Ayuntamiento de Zamora, que como representación legal de toda la ciudad, le hizo,
solo puede deberse a una de estas dos razones:
1) O bien se burlan
y están despreciando a toda esta ciudad y sus habitantes.
2) O bien lo que
ocurre es que no quieren negociar sobre las bases de dignidad y rapidez expuestas
en la moción aprobada por voluntad popular (refrendada por unanimidad salvo una
nimiedad).
Quienes crean que el
motivo de no responder es simplemente “porque quieren cansar a los encerrados”,
lo que argumentan es lo mismo, aunque no lo sepan, que dice la segunda hipótesis;
pues si quieren cansar a los que están luchando más es porque no les gusta lo
que piden.
A nadie escapa que
si lo que se estuviera demandando fuera “darles más dinero del solicitado” no
tratarían de vencer a nadie.
Abiertas las dos
posibilidades (o se están burlando o aceptan una salida digna par: Zamora), hay
que analizar lo que habría que hacer en cada caso, al no saberse a ciencia
cierta qué camino siguen ellos.
Supóngase primero
que la razón por la que hoy siguen sin contestar, a casi un mes del encierro, y
a bastantes días de la solicitud formal de entrevista pedida por la genuina
representación legal de una ciudad en un estado de derecho, la Corporación
Municipal, fuera porque no les apetece negociar sobre las nuevas bases:
Devolución real o de
uso de los metros de la ciudad con urgencia; negociación sobre sus metros cuadrados
al margen de lo anterior, y todo ello en un tiempo que no dificulte el desarrollo
de la provincia.
De ser así, que están
cabreados con el nuevo marco negociador (el anterior para ellos era un momio)
el día que contestaran (incluso si al salir este escrito lo han hecho ya)
supondría que flexibilizaban su postura egoísta, dura y belicista (quieren trasvase
de dinero público de usos sociales para dedicarlo a usos armamentistas).
Por tanto, ello supondría
que con la lucha se habrían conseguido las condiciones favorables o la respuesta satisfactoria
necesaria para iniciar la negociación.
Ante eso el Colectivo
Ciudadano (en el que está metido el alcalde) podría cumplir su promesa de
abandonar el encierro puesto que la primera gran batalla, cambiar el rumbo
denigrante que llevaba la negociación anterior, se habría logrado.
Ese dejar el cuartel
en cuanto a la ocupación, no en cuanto al uso y disfrute por parte de los
ciudadanos, se haría tras recibir la comunicación escrita y formal del
Ministerio, dando fecha, lugar y hora del primer encuentro.
Naturalmente siempre
que ello fuese antes de agosto y que, como asesor y miembro de la comisión
negociadora, esté un miembro del colectivo.
(Si hay que ceder en
que no esté, por parte “enemiga”, el ministro del ramo, y visto como se está
portando en cuanto a normas de educación cédase, “que más vale estar solo
que... “).
Ahora bien, si el
motivo por el que Defensa no responde es pura y simplemente porque en su soberbia
desprecia y se burla de unos ciudadanos a los que considera de segunda clase
(incluidos los de su partido, a los que está dejando en ridículo) es elemental
que la actitud debe ser firme.
Firme, significa que hay que darles un plazo de
respuesta )¿ el 1 de julio?), de manera tal que si en esa fecha no lo han hecho,
hay que entender que su silencio descortés, incívico y de gente sin vergüenza
(ni siquiera responden con un 'no') confirma su absoluto desprecio hacia un
pueblo y unas gentes a las que no consideran como relevantes
Su no respuesta para
la fecha tope significará que se están burlando de las personas que han elegido
vivir por estas tierras, y ante ello, ante una burla, no hay gobierno que valga,
que según la Constitución quien es soberano es el pueblo.
Si las cosas llegan
a ese punto, habría que emprender nuevas acciones centradas en el Gobierno
Civil, como institución representante de los señores la Moncloa.
Ante la conducta
antidemocrática e incívica de unos ministros, Zamora sabrá responder pues de
siempre supo cómo tratar a quienes la desprecian.
FRANCISCO
MOLINA. El Correo de Zamora. 26 de Junio de 1990. Aún encerrados en el cuartel
Viriato
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