CONTRA
LA CORRUPCIÓN
Como responsable de
comunicación e información de Izquierda Unida me dirijo a Vd., y a botepronto,
para comentarle algunos aspectos del editorial que este diario tituló “Moralidad
pública”.
A modo de anécdota,
le diré que la gente que no leyó el texto y sólo vio la cabecera ha creído que
se trataba de una cruzada cuaresmal.
NO; si la
Coordinadora Cívica escogió el nombre de Contra la Corrupción fue para dejar las cosas claras.
Y claras hay que
dejar otras cosas: En el citado editorial se aplaude la iniciativa pero se lamenta que miembros de IU estén en el proyecto “manejándolo”.
Después se hace un
análisis que, resumiendo, viene a decir:
Los de IU son pocos
y por eso se escudan en asambleas de muchos.
Y lo dicen Vds. en
un tono como si fuera pecado.
Precisando:
1. Somos
pocos (pero crecemos).
2. Como somos pocos,
somos insuficientes para luchar contra los poderosos.
3. Solo hay una
forma de que los débiles se sacudan los abusos de los fuertes: uniéndose.
4. Por eso buscamos
unirnos con más grupos y personas siempre.
Ejemplos: Nos
unimos, con quien quiso, contra la supresión del tren, la carretera atravesando
la ciudad, el cementerio nuclear, la permanencia en la OTAN, la falta de
respeto ecológico de Iberduero, la desmesurada subida de tasas del Ayuntamiento
zamorano y, ahora, contra la corrupción en política.
Hay más: cuando
seamos muchos, estaremos en más sitios y siempre pidiendo y dando ayuda, porque
el resto ya lo sabemos, el pueblo desunido siempre será vencido.
Respecto al termino “manejar”,
un detalle: estamos deseando que surjan coordinadoras con tanta gente que nos
podamos limitar a aplaudir a los que
tiren del carro.
Porque, hasta hoy,
si algo ha podido equivocar al editorialista ha sido que confundió a quien
maneja el carro con quien tira de él.
Y, hasta hoy, quien
manejó el carro fue la asamblea de la coordinadora correspondiente.
Los miembros de IU
—cuando no quedaba otro remedio— se han limitado a tirar del carro como burros,
lo cual (al menos ante nosotros mismos) nos honra.
Francisco
Molina Martínez. EL Correo de Zamora. Años 80 del SXX
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