EL
CUENTO DE LAS CUENTAS
En el Pleno
ordinario de enero IU votó en contra de las cuentas de 1993 por ser unas cuentas
falsas
Naturalmente tal
postura y denuncia "ha sentado como un tiro" a la Alcaldía, ya que
pensaban hacer creer al pueblo llano que gracias a ellos se había pasado de años
de déficit a años de superávit.
Tan mal ha sentado la acusación de IU, que la
propia Alcaldía (o sea el alcalde) se ha dignado emitir un comunicado contra
este "humilde, frívolo e ignorante concejal", diciendo que la economía
mejora (estos del PSOE confunden la mejora de la economía propia con la del país
y la de las ciudades).
No obstante, si IU
dice que las cuentas son falsas, y ellos dicen que son verdaderas y buenas,
solo hay una forma de resolver el asunto: que juzguen ustedes.
Las cuentas de 1993
tienen que indicar cuánto debe el Ayuntamiento el 31 de diciembre de ese año, y
cuánto le deben en igual fecha.
Así se sabrá si todo
va bien (caso de que te deban más de lo que debes), o si todo va mal (caso en
que debas más de lo que te deben).
La mayoría
gobernante dijo (a bombo y platillo) que todo iba bien porque en el Haber había
49 millones más que en el Debe.
....Pero, "por
el hilo se saca el ovillo".
A todo esto, un
ciudadano nos presenta una documentación en la que se demuestra que le deben
casi un millón de pesetas desde hace siete años y que esa deuda no figura en
las cuentas de 1993 (en las que también se debe contar lo de atrás); es decir que
entre las cantidades que debe el Ayuntamiento no aparece ese millón.
Que el Ayuntamiento debe realmente esa
cantidad se comprueba por lo siguiente: el propio Gobierno del PSOE de 1987
(mes de abril) con el mismo alcalde, en Comisión de Gobierno, reconoce esa
deuda, y el propio PSOE en 1992 (también gobernando) le indica al interesado
que presente una factura que ya le van a pagar.
Luego, es evidente
(hay mas documentos) que es cierta la deuda.
Ahora Bien. (¿por qué
no aparece en las cuentas oficiales? Sencillamente, porque le falta "el trámite
burocrático" de pasar por Pleno bajo el epígrafe de "reconocimiento
de crédito".
Y ¿quién decide que
haya crédito para el reconocimiento de crédito?
Más sencillo todavía,
la Alcaldía o quien gobierne allí.
Al preguntar, como
concejal de IU, cuánto suman todas estas deudas que son "reales",
aunque les falte algún trámite de legalidad (por cierto, por culpa del
Ayuntamiento y no del deudor), se me contestó que no se acordaban de la cifra
(ni siquiera aproximada).
De ello se deduce
que no era este millón el único en danza, y es fácil suponer sean muchos: máxime
cuando nos dice la Alcaldía, en su nota contra este "humilde, frívolo e
ignorante concejal", que se han reconocido créditos (o sea se han hecho
emerger de las catacumbas) más de 1.400
millones en los últimos años.
Así que ya está
usted, ciudadano o ciudadana, en condiciones de juzgar si las cuentas de 1993
son falsas o no: pero por si aú le cabe la menor duda, vaya esta metáfora:
Imagine que el señor
Refoyo gasta más de lo que gana, pero a
fin de año, para hacer las cuentas, elimina las facturas que le vienen a nombre
de señor Refollo porque estima que son incorrectas ya que les falta el
requisito legal de escribir su nombre correctamente, es decir con "y"
en vez de con "ll".
Imagine que hecho esto
le da superávit. ¿Puede presumir de ello ante la familia'? ¿Tiene derecho la
familia a saber cuánto suman las facturas "anuladas" burocráticamente
pero que luego habrá que pagar por las buenas o por las malas —pasando por un
juzgado—?
Pues este es el
meollo del asunto.
FRANCISCO
MOLINA (*) (*) Concejal de IU: La Opinión de Zamora. 11 de Febrero de 1995
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