domingo, 3 de enero de 2016

EL CATAFALCO DE LOS VIVILLOS

EL  CATAFALCO  DE  LOS  VIVILLOS

Vean y pasen señores y señoras... la conversión de La Cruz de los Caídos del antiguo parque de San Martin en el Catafalco de los vivillos o espabiladillos.

Seguro que tal descubrimiento se va a convertir en la atracción turística de esta Semana Santa.

Todo el mundo a ver la plaza de San Martín, cambiada, no solo de parque en parking, sino también, en un verdadero catafalco.

 A lo mejor conviene recordar que un catafalco es esa especie de armadura o andamio que se coloca bajo los ataúdes de la gente de peso, para que quede levantada la cabeza y se vea mejor, desde los pies, el cuerpo presente del difunto.

Bueno, pues todo el ex parque de San Martín, en lo que al parking compete, se ha convertido en una plaza inclinada única en el mundo.

Y no es que uno haya viajado mucho, ni siquiera es que uno sepa de arquitectura, pero le consta a cualquiera que el problema de los aparcamientos subterráneos son las goteras, y nos puede constar también que ese problema nunca se había resuelto con el descaro (consentido por el Ayuntamiento) que se ha dado en esta plaza.

Pasen, pasen y vean la Plaza Inclinada de Zamora, el Catafalco de los Vivillos.

Porque hay que ser muy vivillo, espabilado y un pelín caradura, para resolver el problema de las goteras de la forma más barata y descarada, a favor del emprendedor de turno y en contra de la ciudad.

(Por cierto si esto le molesta al arriesgado empresario implicado en el asunto, y va a escribir poniéndome verde", como lo hizo el jefe de los jóvenes empresarios, Don Ángel Sánchez Vega, que lo haga, pero que no me atribuya, como éste último hizo, en LA OPINION-EL CORREO. cosas que no hice. porque yo no le llamé pescadero, es más, si llego a saber que tiene 37 años no le llamo ni joven)

Pero volviendo a la última gamberrada urbanística de la ciudad, bendecida por el alcalde-presidente, pase que el negocio de un aparcamiento bajo tierra consista en que te regalan un terreno de todos para que hagas un negocio propio (vendiendo plazas de garaje, más que dejando aparcar), pero no pase ni se deje pasar sin denunciar, que se eleve la plaza, como se ha hecho, de manera tal que así, hubo que hacer menos obra subterránea (con el ahorro que eso supone a favor del negocio privado) para que entren los autobuses, y que encima, así, cada vez que haya inundaciones o fuertes lluvias, los riachuelos de agua van a ir contra las viviendas y calles de la parte trasera del aparcamiento.

Ahora se entiende la razón que tenía Gabriel Guijosa, cuando siendo portavoz del Grupo Municipal de IU me dice: “Aquí pasa algo muy raro. He propuesto cambiar la Cruz de los Caídos (de un bando) por un monumento a la Paz (de todos) y hasta el PP ha estado de acuerdo”.

Pues bien, ya está resuelta la razón de la sospecha. En efecto. algo raro pasaba.

Pasaba lo de siempre, que no hay cruz que se resista a los grandes negocios, y lo del parking (antes parque) de San Martin debía de ser algo muy serio (recuérdese la persecución de coches a la que se vieron sometidos los vecinos para que no pudieran meter su coche en otro sitio que en el aparcamiento cobrado) y encima ahora nos dejen una plaza, que si no es La Torre Inclinada de Pisa si será la Plaza Inclinada de Risa.


FRANCISCO MOLINA. La Opinión de Zamora. Hacia 1998. Imperecedero

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