miércoles, 27 de enero de 2016

LAS FAMILIAS ZAMORANAS

LAS FAMILIAS ZAMORANAS

Se me ocurrió escribir que "algunas personas son tan viciosas que no dudan en casarse con la misma persona para toda la vida, con tal de garantizarse así su ración de sexo".

Ante ello me replicó, amablemente, doña Rosa María Maestre Alcántara, también en este diario, indicando ella que "las personas lo que más necesitamos es la respuesta afectiva o de amor del otro”-

No pude comentar esto antes porque me presenté a las elecciones del 13-J para salvar Zamora y no tuve tiempo.

Pero ahora, que Zamora ha decidido salvarse sin mi, me queda más tiempo para condenarme solo.

Por supuesto que doña Rosa Mª tiene razón cuando lo que viene a decir es que los cimientos de una pareja no se limitan al sexo.

Naturalmente (aunque habría que decir “culturalmente”) hay más motivos de unión.

Uno por ejemplo el que ella insinúa, el afecto. el cariño, el que te quieran.

Y otros no mencionados, como el del dinero, que por evidente ni se va a explicar, ya que se sabe de cobra, y más se sabe cuánto mas se oculta en el fondo del alma.

No obstante, antes de seguir, conviene dejar claro que en Zamora el tipo de familia standar es el que pudiéramos llamar "perfecto".

Es decir es aquel que se basa solo en nobles sentimientos y si aparece, ocasionalmente algún pecadillo, es de poca monta y perdonable, no solo ante Dios, incluso es perdonable, también sobre la marcha.

Pero fuera de Zamora, si nos fijamos un poco, vemos que es la familia donde te hacen creer que eres especial, único y distinto, porque te llamas Fulanito de Tal y Cual, has aprendido cuales son las vocales débiles, antes que nadie, y tienes unas cualidades innatas para distinguir las natillas de clara de las de huevo.

Sentado este principio (de que somos, cada uno, un caso y por supuesto el mejor, si alguien nos comprendiera) no te digo nada lo claro que queda que también mi familia es la buena por excelencia, y mi patria chica la leche, y mi patria grande la de Dios, y mi OTAN la caraba y mi religión la verdadera y mi equipo de fútbol el mejor.

Pero claro, como mi vecino (viva cerca o lejos), piensa lo mismo de sí y de lo suyo ya somos dos enemigos potenciales cuando no reales, y por tanto no nos damos cariño, que es ayuda y mimos, y en consecuencia vagamos por el mundo buscando lo que no nos dan, y cuando creemos que detrás de un orgasmo (o de algo que no se sabe lo que es) nos dan, además de achuchones, cariño, pues hala, fundamos inmediatamente una familia.

A cuyos hijos educaremos. a su vez haciéndoles creer que son únicos, especiales, distintos ("Has visto como mama el picarón”. comenta simpático el padre creyendo que está ante un campeón olímpico de la succión, caso especial nunca visto).

Y así, la nueva familia reproduce “al diferente” de turno, que claro tendrá el mismo problema que papá y mamá, al notar que al ser toditos diferentes por gracia de Dios, cada uno va a lo suyo y la sociedad es, por tanto, hostil.

Con lo que acaba uno creyéndose un caso un incomprendido, que disimula como un loco y funda una nueva familia pensando que en ella va a encontrar un remanso de paz, etcétera, etcétera.

Pero para qué te voy a contar si tú y yo somos tan diferentes.


Francisco Molina (Zamora). La Opinión de Zamora. Finales S.XX

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