EN
PLENO PLENO: LA INVESTIDURA
HABIENDO elegido el
pueblo de Zamora un representante de IU en el Ayuntamiento y siendo yo la
persona en la que el grupo puso la responsabilidad de ir abriendo la lista,
resulta que soy el concejal de IU en la corporación municipal (el primer rojo en la historia de la Zamora
democrática del régimen de 1978).
A parte de los
servicios que me pida el grupo para mejor defender los intereses de los
ciudadanos (en general, y si hay que establecer un orden empezando por los más
necesitados, que eso es ser de izquierdas); he considerado que puede ser
positivo que estando dentro de "la casa de las panaderas", les cuente
a ustedes, que masa se emplea allí, que panes se elaboran y a quienes va
destinado ese alimento.
Esta iniciativa es
pues personal (no de IU) y tratará de ser no-personalista, para no caer en un
subjetivismo exagerado que nada aportaría.
La intención es que
el mayor número de personas se sientan sentadas allí donde se toman o conocen,
tantas decisiones que a todos afectan.
Que todos ustedes
sean concejales y concejalas en cuanto a datos, y luego con ellos, si quieren
que actúen, que la democracia sigue abierta a la participación.
Las elecciones no
han cerrado nada, han abierto un nuevo periodo, y mientras IU este ahí, nadie
va a poder cerrar la puerta.
Esta serie de
escritos irán bajo el título genérico, y siempre el mismo, de en pleno pleno.
Recuperemos hoy el
primero, el de la investidura. Resulta que, más por tradición que por otra
cosa, en este pleno de cada legislatura existía la costumbre de que, tras aceptar
el cargo los concejales, se votara quien debía ser alcalde y el elegido
pronunciara un discurso.
IU se enteró de esto
media hora antes; ni por asomo supuso el grupo que hay un pleno en que
representantes del pueblo "no pueden hablar".
Considerando
necesario y útil para las gentes el explicar nuestro voto, nuestra postura y
nuestras intenciones generales, se decide, antes de comenzar la sesión, indicar
a los otros grupos "la intención de IU de pedir la palabra".
Ellos pues debían
decidir si nos negaban o no el use de ella.
Lógicamente aceptaron que pudiéramos expresar
nuestra opinión.
Sobre esto y antes
de "entrar" al pleno, tal vez haya que considerar que es más democrático,
vivo y clarificador, que la costumbre anterior de que no hable nadie se traduzca
en una posibilidad de que todo grupo que lo desee pueda exponer sus
"consideraciones", ya que tras las elecciones sabe, a ciencia cierta,
con que fuerza y confianza del pueblo cuenta; ocurriendo entonces que su
posición variará respecto a la de la campana electoral, en la que todos hablan
y prometen "como si fuesen a ganar".
Volviendo al pleno.
Este se desliza por el protocolo clásico de juro o promesa del cargo ante la
constitución, y la imposición de medallas-como-miembros-de-la-corporación a los
concejales.
Por cierto que al
acabar el acto esa medalla hay que devolverla, es decir, no pasa a ser del
grupo, ni de la persona; queda en la casa, para hacer lo mismo dentro de cuatro
años.
Tómese nota de este
detalle (positivo) para cuando surjan otros que desvirtúan el sentido económico
de este.
A la hora de la votación
IU pide la palabra correctamente, y una vez concedida, gentilmente, expuso su
"declaración de principios".
Como esta serie no
pretende aburrir, ni adoctrinar, sirva de resumen que en general se trató de
recordar que IU entendía que estaba allí (votada por unas de 1.700 personas),
para otra cosa que no tuviera que ver con lo que hasta ahora ocurría en las
instituciones zamoranas.
La exposición,
producto de un debate previo (se trata de trabajar colectivamente) fue dura,
por lo que se decía, por la construcción de los párrafos y por el tono.
Sentó mal a los que
tenía que sentar mal.
Elegido Alcalde, el
actual (con los votos del PSOE; 12; frente a los 11 del PP que fueron a su
candidato, y las abstenciones de CDS e IU); entonces pronuncia su discurso, en
el cual lo que mas destaca es la defensa de la política y los políticos, es
decir, hace una LOA de "su profesión".
Por lo demás ofrece
dialogo y participación "en el equipo de gobierno" a todos los
grupos.
En días posteriores,
IU y PP no aceptan estar en esa comisión.
Se criticó a IU por
este pleno acusándola de entrar a "protocolazo" limpio.
Sin embargo solo
hubo algo "fuera del cauce"; que a la hora de votar el representante
del grupo, sin pedir palabra, enseñó la papeleta e invitó así lo hicieran todos
para evitar "se repitiera lo de la Diputación" de hacía cuatro años.
Ahí sí que hubo
ruptura del corsé, pero es que no hay que esconderse tras las apariencias,
porque el verdadero problema del protocolo esta en lo que se llama "sus
gastos"... pero ese fue el segundo pleno.
FRANCISCO
MOLINA. Concejal de IU. El Correo de Zamora. Agosto de 1991.
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