ATROPRELLO
SIN CARRETERA
Desde Santurce a
Bilbao es de suponer que exista una carretera donde, como dice la canción, las
autoestopistas van por toda la orilla “luciendo la pantorrilla”.
Si los moradores y
moradoras de estas tierras quisieran, en honor a la fama de tal ruta, que se la
convirtieran en autovía, lo que estarían pidiendo es otra carretera desde
Santurce a Bilbao.
Conviene que esto
quede claro, pues según el diccionario, una autovía son dos carreteras juntas,
una que va y otra que viene.
Como consecuencia de
ello ha de deducirse que al pedir una autovía se está pidiendo una nueva carretera,
a cuyos gastos hay que añadir los del reacondicionamiento de la vieja para que
no desentone con la recién hecha.
Y aquí es donde
aparece el profesor Aliste.
Don Luis Aliste es
de esas personas que vocacionalmente realiza trabajos útiles, demasiadas veces
despreciados, tal vez porque no cobra por ellos.
En cuestión de
carreteras sus estudios llevan a dos conclusiones referidas a Zamora capital.
Una, la Ruta de la
Plata pasa de una forma natural por Zamora, luego cualquier otra línea o trazado
no tiene sentido.
A esa afirmación que
corroboran los hechos añádase esta moraleja de esperanza.
La desviación por
Benavente-Tordesillas-Salamanca, como autovía o sin ella, no nos va a quitar tráfico,
pues ese desvío aumenta el recorrido en 40 Km; distancia que en carretera de
trazado suave (la de Benavente-Zamora-Salamanca lo es), no compensa aún yendo
por autovía, salvo cuando el trafico sea tan intenso que no se ahorre la media
hora para camiones y autocares que supone el atajo.
Respecto a la
Oporto-Helsinki, el profesor Aliste hace ver que a un viajero le compensa ir
por Salamanca en autovía, antes que por Alcañices en el mismo sistema, ya que
el rodeo es de solo 18 Km pero además con mayor numero de curvas (sobre todo en
Portugal) en la del norte.
Según Luis Aliste,
la verdadera línea corta y suave en el trazado, que puede hacer la competencia
a cualquier otro trazado, es la que iría por Oporto-Villa Real- Fermoselle-Zamora.
El inconveniente está
en que de Vila Real a Fermoselle hay 90 Km sin carreteras, ni nada (todos del
lado portugués).
Pero... ¿qué habría
que pedir ahora? Pues parece más razonable desmarcarse de las autovías, donde
nos están tomando el pelo y donde hay cola para que te las concedan, y en vez
de pedir 120 Km de nueva carretera Benavente-Salamanca (Ruta de la Plata) y 130
Km de nueva carretera (Tordesillas-Alcañices), o sea 250 nuevos Km (a 300
millones de pesetas cada uno): es mejor pedir como inversión urgente, lógica,
barata y más eficaz, que se construyan los 90 Km Vila Real-Fermoselle.
Con ello, por menos
de 30.000 millones de pesetas, Zamora capital dispondría de un “cruzado mágico”
(que la sostendría económicamente) a base de dos carreteras (la Ruta de La
Plata y la natural y más cómoda de Oporto-Helsinki).
Dos carreteras que
serian utilizadas por los conductores informados y que a la larga, dada la
densidad de tráfico que adquirirían, ellas solas requerirían pasar a ser autovías
por necesidad evidente.
30.000 millones pueden
salir de esas limosnas (en el sentido de que se “tiran”) que suele dar la CEE
para el presunto desarrollo transfronterizo o de los paquetes de colaboración
hispano-luso.
En fin, hay mil
formulas.
El trazado Vila
Real-Fermoselle, según Aliste, es suave, todo trabaja pues para que su idea ¡que
encima es la más barata! prospere y "nos prospere”, o sea, que nos de
prosperidad.
FRANCISCO
MOLINA. El Correo de Zamora. Años 80 del S.XX
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