LA
CARICATURA SOCIAL SEGÚN AGUSTÍN GARCÍA CALVO
Del, de momento no
mejorado, pensador zamorano, AGC, se pueden (y se deben) aprender muchas cosas.
Cosas útiles para la
vida, como en este caso, el asunto de la caricatura aplicada y vista en la vida
social, y que por tanto sirve a modo de brújula para no perderse en el bosque
la Historia.
Una caricatura sabemos
lo que es. Un dibujo, a modo de retrato, de una persona, pero en el que
deliberadamente están exagerados, precisamente, los rasgos más significativos
del “fotografiado”.
Así, cuando vemos la
caricatura de alguien, reconocemos inmediatamente al retratado incluso con más
nitidez que en una simple foto. Es más la caricatura nos ayuda a saber más del
personaje.
Por tanto el arte de
la caricatura resulta difícil porque su magia es educar.
Enseña a conocer mejor
al caricaturizado.
A partir de lo
dicho, AGC, analiza determinados acontecimientos o situaciones, preguntándose
de qué cosa son una caricatura.
Naturalmente, por
tratarse de caricaturas, los hechos suelen ser exagerados, desmesurados y en
ocasiones extravagantes e increíbles.
Usemos este método
nosotros para aprender.
Ejemplo nº 1: El
asesinato de una mujer por su pareja sentimental, no es más que la caricatura
de la violencia doméstica cotidiana, que se produce en toda pareja al querer controlar
uno al otro.
Ejemplo nº 2: La orden
de Stalin (jefe supremo de la Unión Soviética) de asesinar a Troski (ex dirigente
de la Revolución Bolchevique, ex camarada de Stalin, exiliado en Méjico y sin
poder alguno).
¿De qué es esto una caricatura? ¿Qué indica
eso? Un odio profundo y enfermizo, complicado con envidias.
Pero ¿no es eso, sin
orden de asesinato claro, lo que los políticos profesionales comentan de las
luchas fratricidas, internas y cainitas dentro de sus propios partidos, por
figurar ….y cobrar, vulgo vivir del cuento?
Luego el asesinato
de Troski es la caricatura de las venganzas y ajuste de cuentas, entre líderes
de una misma asociación, sea política o no.
Ejemplo nº 3: Repasemos
ahora la barbaridad del nazismo (Hitler, la guerra, las cámaras de gas, los judíos).
Se suele equiparar
en brutalidad y bestialidad, el nazismo con el comunismo que gobernó en el Este
de Europa en los mismos años, para presentar ambos regímenes como enfermizos y
excepcionales en la historia de la humanidad, y que no tiene nada que ver con nuestro
sistema social, el capitalismo.
Sin embargo, si nos
fijamos veremos que el nazismo y el exterminio de judíos, no es más que la
caricatura de nuestro Capitalismo.
Es decir, si a éste le
interesara nos llevaría a una 3ª Guerra Mundial con los mismos fines y análogas
coartadas.
Hitler dijo que si
Alemania conquistaba territorios ricos el pueblo alemán viviría bien por
siempre.
El capitalismo nos
dice que si controlamos los pozos de petróleo del mundo, las rutas de su
distribución y los mercados de materias primas, pasaremos a vivir, como pueblos
civilizados que somos, bien y por siempre.
Para engañar y
cohesionar a su pueblo, los nazis se inventaron un enemigo maligno, el pueblo judío.
Para justificar su
expansión Imperial (imperialismo) el capitalismo señala enemigos peligrosísimos
según convenga: ayer el comunismo (bloqueo a Cuba), y ahora un difuso terrorismo
(Al Queda, Estad Islámico, etc).
El nazismo llevó a
su pueblo a la ruina. El capitalismo nos lleva a todos al caos: Ver a millones
de personas huir del infierno de las guerras (que desatamos en sus países) para
venir al paraíso (de los nuestros) sólo puede acabar mal.
PACO
MOLINA. Zamora- 28 de Enero del 2016
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