lunes, 17 de octubre de 2011

Que sí, que lo sexual está perseguido. ¿O tú tienes todo el sexo que quieres? Vamos anda


Los conservadores reprimen el placer sexual

Utilizar el término conservador para hablar de quien, en cualquier época, defendió que todo era así porque no podía ser de otra manera, parece correcto.

En ese grupo están los directamente beneficiados por ese orden de cosas (el Poder de turno y sus aledaños) y también parte de los engañados, (carentes estos de todo y por tanto más estafados que nadie por el pensamiento único del momento, puesto que aunque les perjudica lo comparten).

Porque ojo, los valores que se usaron a lo largo de los siglos por los poderosos para engatusar a los pueblos siempre han formado parte de los Mandamientos del Pensamiento Único de la época. Eran mentiras que se magnificaban y reforzaban, vendiéndolas como excelsos principios de la civilización de turno, y si con la ley de la fuerza no se imponían, trataban de imponerlas como si fueran deseos de los dioses. Recuérdese que el Poder, mientras pudo, no dudó en utilizar la mayor de las mentiras,  diciendo que era el traductor de los designios de Dios.

Pero, como esos valores se resistían a entrar en todas las cabezas, aparece, tras la Ilustración, el poder convincente de la Ciencia no-libre, para mantener la estafa.

Y dentro de esa batalla de los valores, los conservadores del Orden Imperante siempre vieron útil e imprescindible el prohibir la búsqueda del Placer de los Placeres 

El motivo por el cual el Poder sabe o intuye que la Represión Sexual le ayuda a domar a los pueblos no es el fin de este libro, pero hay autores como William Reich (“La función del orgasmo”) que tienen solvente literatura sobre la cuestión.

Puede parecer discutible, esto de que las clases poderosas usan la represión sexual como látigo que favorece el dominio del pueblo, porque a las alturas que estamos hay gobiernos conservador-liberales bastante permisivos, y además los ricos siempre han sido los más puteros. Pero no hay contradicción en ello porque....



La derecha también progresa              

 La mayor permisividad del conservador contemporáneo proviene de que no le queda otro remedio. Es como el dueño que ata a su perro en corto. Esa falta de libertad exagerada (en contraposición con la camuflada) puede motivar en el perro una furia que, o bien le ayude a romper la maroma, o bien que sus desesperados ladridos, no dejen dormir al dueño. Ante esta tesitura, el amo astuto irá alargando la cadena, para ir calmando al chucho, según las épocas.

Y así, hoy vemos que ya hay conservadores a favor de la  homosexualidad, el divorcio y el perdón del adulterio, amén de la educación sexual .

Pero esto se debe a la evolución natural del Poder, ya que si no hubiera sido progresista habría perdido gran parte del dominio que tiene sobre personas y cosas, e incluso, posiblemente, ya habría perdido todo el Poder.

Para saber cómo fueron de claras las cosas en el pasado basta con estudiar el presente en los lugares de la Tierra donde aún el Poder puede mantenerse burdamente; es decir, donde aún no se ha visto obligado a evolucionar, latitudes donde se lapidan adúlteras (en femenino, claro), donde se ahorcan maricones, se exige el burka, se amputa el clítoris........

Y respecto al burgués, o noble, o patricio, o amo del cotarro y su carácter putero, cabe decir que, precisamente eso, confirma también las excelencias del placer del que hablamos. ¿De qué le serviría al poderoso todo su poder si luego renuncia a lo mejor? Fijándose en qué gastan su dinero los poderosos se ve lo que es esencial para el ser humano: La seguridad y el placer.

No hay que confundir los valores burgueses (que son repudiables) con los "gustos" burgueses (que son los de todos).

Del libro LA ESTAFA SEXUAL de Paco Molina

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