La permisividad vergonzosa o prueba del 69
Si para comprobar que determinada operación matemática está bien hecha basta con realizar la llamada prueba del 9; para que quede claro que aún existe represión sexual usemos una prueba que bien pudiera llamarse del 69.
Porque el 69 es número de connotaciones de carácter sexual y, paradójicamente, la aparente permisividad o libertinaje en nuestra civilización, es precisamente algo que hace evidente la falta de libertad sexual, aunque parezca lo contrario.
Si cada uno mira hacia su interior con franqueza, le será evidente que le falta sexo respecto a lo que le pide el cuerpo. Sin embargo, una visión hacia fuera, si es imprecisa, puede producir el espejismo de creer que se está ya en una sociedad perfecta.
Producen ese espejismo la abundancia de prostitutas y prostitutos, la existencia de países donde hay lo que se denomina
turismo sexual; también la proliferación de revistas y películas de carácter pornográfico; así como la posibilidad de visitas, a través
de INTERNET, a portales de sexo. A lo que hay que añadir la sobreabundancia de consultorios sexológicos y el asunto de la instituida educación sexual... Todo ello, rubricado por la existencia cada vez más normalizada de las sex-shops y los lugares o anuncios de contactos e intercambios, dan una impresión que si no se estudia bien puede hacer creer que cada cual tiene, en cuestión de sexo, todo lo que quiere, y que si
no lo tiene es, sencillamente, porque es feliz con lo que ya posee.
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