Derechos
animales
Este
entramado de absurdos forma parte del interés del Poder para que aceptemos las
cosas sin más y olvidemos reclamar los derechos animales que en cuanto tales
debemos tener. Derechos que son únicamente dos, el derecho a que se nos
facilite la supervivencia y el derecho a que se nos facilite el placer que
proviene del sexo.
(Ojo!
No se está hablando de la defensa de los animales en un sentido hiper
proteccionista, se está diciendo que con la disculpa de que luchemos por los
Derechos Humanos se nos escamotean los fundamentales, los derechos que debemos
tener en cuanto animales que somos: El derecho a que se nos facilite la
tarea de subsistir y el derecho a que se nos permita y facilite también el
gozar sexualmente sin límite)
Conclusión:
Visto que la máxima prueba de sacrificio se aprecia en quienes deciden vivir
aislados, puesto que supone renunciar a
las dos grandes ventajas de vivir en grupo y con el grupo. Visto que las
religiones, todas y de una en una, son represoras en lo sexual (de ahí su
definición de Dios como macho y su prohibición del icono sexual por excelencia,
la hembra, para ocupar cargos de responsabilidad o sacerdocio). Y visto que los
humanos viven en sociedad por la necesidad básica de garantizar el triunfo
de sus instintos primordiales, resulta imprescindible aceptar que el asunto
sexual o del placer es un asunto político, puesto que la política es la
actividad por la cual el grupo trata de resolver los problemas de sus miembros.
Del libro LA ESTAFA SEXUAL de Paco Molina.
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