viernes, 14 de octubre de 2011

No seas animal, ¡eres un animal!


Derechos animales

Este entramado de absurdos forma parte del interés del Poder para que aceptemos las cosas sin más y olvidemos reclamar los derechos animales que en cuanto tales debemos tener. Derechos que son únicamente dos, el derecho a que se nos facilite la supervivencia y el derecho a que se nos facilite el placer que proviene del sexo.



(Ojo! No se está hablando de la defensa de los animales en un sentido hiper proteccionista, se está diciendo que con la disculpa de que luchemos por los Derechos Humanos se nos escamotean los fundamentales, los derechos que debemos tener en cuanto animales que somos: El derecho a que se nos facilite la tarea de subsistir y el derecho a que se nos permita y facilite también el gozar sexualmente sin límite)   

Conclusión: Visto que la máxima prueba de sacrificio se aprecia en quienes deciden vivir aislados,  puesto que supone renunciar a las dos grandes ventajas de vivir en grupo y con el grupo. Visto que las religiones, todas y de una en una, son represoras en lo sexual (de ahí su definición de Dios como macho y su prohibición del icono sexual por excelencia, la hembra, para ocupar cargos de responsabilidad o sacerdocio). Y visto que los humanos viven en sociedad por la necesidad básica de garantizar el triunfo de sus instintos primordiales, resulta imprescindible aceptar que el asunto sexual o del placer es un asunto político, puesto que la política es la actividad por la cual el grupo trata de resolver los problemas de sus miembros.

Del libro LA ESTAFA SEXUAL de Paco Molina.

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