sábado, 4 de febrero de 2012

Imagina que hubiera libertad sexual



Una fantasía para tí


Debes jugar un buen rato, y en la cama, a tener como fantasía el


ver cómo sería


la libertad.


Piensa lo que quieras sobre la cuestión, pero escucha algunas cosas antes.


La entera libertad sexual ya se dio y no vino el caos (que no existe por cierto).

Además, ocurrió en épocas mucho más difíciles para sobrevivir, luego es lícito

considerar que fue la simbiosis absoluta entre Instinto de Conservación e Instinto de

Placer, la que nos llevó a disfrutar de la vida con éxito, viviendo a tope.

Encima ahora, con los medios técnicos de que se dispone (sobre todo los referentes

al control de la natalidad) todo podría ser aún mejor.

Sin estructura familiar vivió la Humanidad más siglos que con la actual, y hay

que confesar que le fue bien o mejor (¿no empezaron las guerras con la propiedad

privada y el dinero, en alguna de sus fórmulas?). Pero además, a quien esto asuste o le

parezca utópico, que fantasee a ver si no puede existir una sociedad con base en la

pareja abierta

o pareja sin necesidad de fidelidad. ¿No eres capaz de suponer eso?


¿Acaso no es posible enseñar que el tener relaciones sexuales como el decir


adiós por la calle, no tiene por que ser malo, e incluso que es muy bueno? ¿No se le


puede inculcar a los niños que su familia es la que sea (fundamentalmente el entorno

de la madre) y que los contactos físicos de sus

padres con otras personas no sólo no


serían síntomas de un mal, sino todo lo contrario, muestras de un bien, que ellos, los


niños, disfrutarían de mayores.


Eso incluso ya supondría para ellos una ventaja por no existir en sus casas climas



de guerra


como los que ahora se dan cada vez con mayor frecuencia, abierta o


soterradamente. ¿No ocurriría que el


canon de belleza que ahora tanto amarga a chicos


y aún más, a chicas, puesto que de esa supuesta superioridad física se sacarán ventajas
 (confiésese) sexuales, pasaría a ser una tontería, pues todas y todos vivirían al día en



cuanto a apetencias y placeres queridos y tenidos?.


¡Cuántos desnudos que hoy no se ven,

sin saber por qué, podrían disfrutarse.


Cuántos encuentros individuales o en grupos


que hoy ni se buscan, sin saber por qué,


podrían disfrutarse. Cuántas cosas que tu supones, quieres, y no tienes, podrían ser

habituales y facilitadas!.


Del libro LA ESTAFA SEXUAL de Paco Molina

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